A la vista de unas previsiones que vaticinan una caída de un punto y medio del PIB para la maltrecha economía española, la Comisión Europea ha decidido conceder al Gobierno dos años extra para recortar el déficit. España tendrá, por tanto, hasta el 2016, limpiar sus cuentas públicas y situar el déficit por debajo del techo máximo autorizado del 3% del PIB.
Aun así, si, tras estudiar con lupa las últimas reformas, Bruselas sigue calculando que ni siquiera con ese oxígeno extra el Ejecutivo de Rajoy será capaz de cumplir, la Comisión podría plantearse multar a España.
Las previsiones publicadas por el Ejecutivo comunitario este viernes volvieron a ser desoladoras –peores aún que las del Gobierno y que las de la propia Bruselas en el mes de febrero-, pero el lenguaje empleado por el comisario económico Olli Rehn en rueda de prensa fue escrupulosamente indulgente. En línea con lo que había insinuado, o incluso calificado de "coherente", en anteriores ocasiones, el comisario confirmó que el Gobierno contará con dos años extra para mantener su déficit a raya.
La prórroga, sin embargo, no le exime de seguir haciendo los "esfuerzos fiscales" que tanto aplauden desde Bruselas. "Una prórroga de dos años sigue exigiendo un esfuerzo de consolidación significante y realista", alertó Rehn, antes de aplaudir la determinación del Gobierno de Rajoy.
Precisamente ésos son los esfuerzos que Bruselas espera encontrar en los planes que le ha enviado el Ejecutivo de Rajoy hace apenas unos días. De ahí que la fecha clave para el Gobierno, al menos en lo económico, siga dependiendo del calendario comunitario, que el 29 de mayo fallará cuáles son sus recomendaciones para cada país, y podrá definir si estima suficiente lo ya anunciado por Madrid.
Si el Ejecutivo comunitario concluye que España no ha hecho suficiente y que ni con las últimas medidas ni con nuevos objetivos el Gobierno podrá cumplir con sus socios europeos, Bruselas podría dar un paso más y plantearse incluso castigar a España con una multa de hasta el 0’1% del PIB, tal y como prevé el Procedimiento de Déficit Excesivo. Ello sería decidido en base a los nuevos objetivos. Conviene recordar que este año, la meta es recortar hasta un 6’3% el déficit y no hasta el 4’5% previsto inicialmente; o que para 2014, Bruselas espera finalmente una reducción del agujero hasta el 5’5% en lugar del 2’8%.
El paro, la gran preocupación
También la tasa de desempleo será peor de lo vaticinado y ascenderá al 27% este año. De ahí las llamadas de urgencia que instituciones europeas y Gobiernos vienen repitiendo en los últimos días. El último en unirse al canto para reducir el desempleo fue el comisario Rehn, que este viernes pidió a Europa y sus capitales que hagan "todo lo que haga falta" para atajar la lacra social que, además, ha dividido el continente en dos. El propio Rehn constató las enormes diferencias entre países del Norte y del Sur, citando a España y Grecia como ejemplos del drama, mientras que Alemania y Austria siguen con su desempleo en una tasa del 5%.
Francia, gran vapuleada
Y si para Rajoy el comisario Rehn se reservó palabras de ánimo como premio a su "determinación", el peor parado de las últimas previsiones fue el Gobierno de François Hollande, al que Bruselas abroncó por ser "demasiado optimista" en sus vaticinios económicos y al que recordó que su recuperación llevará tiempo y que, por tanto, debe poner en marcha una reforma laboral y de las pensiones, además de medidas que permitan recortar el déficit, que se prevé del 4’2% para 2014. También Francia contará con una prórroga extra en vista del empeoramiento de la salud de su economía, a la que Bruselas reprochó, además, el "deterioro constante de su competitividad".