La gestión inmobiliaria y agropecuaria de UGT en estos años ha supuesto la inversión de ocho millones de euros en una promoción de pisos en Jerez actualmente paralizada y el nulo aprovechamiento de un latifundio cedido por la Junta de Andalucía cuyo único uso conocido es el de coto de caza alquilable.
Informa ABC que UGT-A ha invertido ya casi ocho millones en la construcción de una promoción de 157 viviendas de protección oficial en la zona de Guadabajaque Este de Jerez, que según la previsión inicial de la empresa encargada de la construcción (Gecovisa) debía estar finalizada para este año, según consta en la publicidad que difunde su web, pero que actualmente está paralizada.
Según la perito economista contratada por los despedidos de UGT Andalucía, además de la crisis del mercado, la causa del desastre es "falta de control del gastos, que ha repercutido sin duda en la medida de despido, no haciéndola objetiva, sino motivada por una gestión que ha estado sometida a un escaso control".
El residencial Los Lagos está en una parcela que el Ayuntamiento de Jerez, gobernado en esas fechas por la socialista Pilar Sánchez, vendió en 2007 a la organización sindical por un precio de 2,7 millones de euros, a los que se añadirían otro medio millón en concepto de impuestos. Desde entonces, otros cinco millones más habrían sido invertidos por UGT en en trabajos como proyectos técnicos, estudios medio ambientales y los consiguientes trámites iniciales antes de que arranquen las tareas de edificación de los inmuebles. Pero los pisos no están.
La terrateniente UGT y su coto de caza
En 1998, UGT de Andalucía acompañada por el ya poderoso Gaspar Zarrías, anunciaba a bombo y platillo la puesta en marcha de un enclave de turismo rural en la sierra de Huelva en el poblado de La Torera. Entonces dijeron al alimón que el proyecto lo pagaban los fondos Feder, que suponía alrededor de 150 millones de pesetas y que incluían trece cabañas, un restaurante, tienda comercial y demás utillaje turístico a orillas de un lago. Se anunciaba que la finca, de 286 hectáreas, se cedía a UGT para dar trabajo a unas 30 personas.
Pero la realidad fue bien otra: aquel maravilloso proyecto se ha quedado reducido al usufructo, como es costumbre en no pocos propietarios de la zona, del coto de caza durante años hasta que fue incluido por la Junta en su oferta de caza pública hace dos años.
Según El Mundo, Manuel Pastrana, habló de disponer de "un campamento de formación y de ocio para los trabajadores y trabajadoras", pero el proyecto nunca llegó a ver la luz. Así, tras una cesión de veintidós años de un latifundio de casi 300 hectáreas, la UGT sólo ha aprovechado el rendimiento de la finca como coto de caza alquilado.
UGT tiene cedido además el uso y el poblado minero ubicado en esta finca, con instalaciones que sólo vigila un guarda como único puesto de trabajo sin más iniciativas.
El portavoz del PP en el pueblo de Calañas, donde está ubicado el "campamento" se plantea incluso que se revierta la cesión de la finca por su deterioro y porque podría aprovecharse mejor en una población con el 42 por ciento de paro.
En 2009 la entonces consejera de Medio Ambiente, Cinta Castillo, firmó un convenio para el aprovechamiento de los recursos naturales de la finca con la Empresa de Gestión Medioambiental (Egmasa) de la Junta de Andalucía y según volvió a decir el secretario general de UGT Andalucía, Manuel Pastrana, "el objetivo de dicha cesión no es otro que crear en este privilegiado espacio un campamento de formación y de ocio".
Un portavoz de UGT-A, en nombre del secretario de administración Federico Fresneda, dijo este jueves que la intención del sindicato es abrir lo antes posible el complejo agroforestal, que ya tiene el enganche de Endesa para contar con suministro eléctrico, dos décadas después de su cesión. Negó que el proyecto esté abandonado alegando que cuenta con un vigilante privado.