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España ya tiene casi dos millones de 'parados eternos'

Los expertos coinciden en que "a medida que se prolonga su situación, las probabilidades de encontrar un empleo disminuyen intensamente".

Casi dos millones de parados hace más de dos años que no han trabajado. Son los que podríamos denominar como desempleados eternos. Para ellos, esta crisis puede no ser sólo un mal recuerdo o un período puntual de vacas flacas. Si no cambia pronto el panorama, estos años pueden convertirse en un agujero negro que engulla su presente y, casi más importante, su futuro.

Según la Encuesta de Población Activa (EPA), de los 6,2 millones de parados españoles, 2,9 millones (un 46%) perdieron su último empleo hace más de un año. Son los llamados "parados de larga duración", que han crecido en 515.700 personas desde el primer trimestre de 2011. En estos cinco años, cuando se conocen las cifras del desempleo, casi todos los medios dedican un amplio espacio a este colectivo.

Sin embargo, si una persona que lleva 14 ó 15 meses está pasando un momento complicado, imagínese cómo verá el futuro alguien que no haya trabajado desde hace más de cuatro años. No es una situación excepcional. Unos 700.000 españoles se encuentran en esta situación.

Según los datos del informe de Fundación Sagardoy sobre los efectos de la reforma laboral a un año de su aprobación, un 30% de los parados no ha trabajado desde hace al menos dos años: un 19,2% lleva en desempleo entre dos y cuatro años y un 10,8% más de esos 48 meses de los que hablábamos antes. Si extrapolamos estos porcentajes a la última EPA, tendríamos 1,2 millones de parados de entre dos y cuatro años y unos 670.000 desde más de esos cuatro años.

El círculo vicioso

Hace unos meses, en Libre Mercado ya hablamos del círculo vicioso en el que entraban algunos parados: su propia condición de desempleados hacía más complicado que encontrasen trabajo. Pero siendo esto cierto, se acrecienta para los casos de los que hablábamos arriba. En el informe de la Fundación Sagardoy se recoge el porcentaje de parados que encuentra trabajo según el tiempo que llevan desempleados: pues bien, si a alguien le han despedido hace menos de un mes, tiene un 35% de posibilidades de hallar un empleo en el trimestre siguiente. Sin embargo, si está en paro desde hace más de cuatro años, esta cifra cae hasta menos del 10%.

Son unos datos similares a los que Fedea lleva publicando desde que comenzó en su Observatorio Laboral de la Crisis. Todos estos estudios coinciden en que "el acceso al empleo se produce especialmente entre colectivos que acaban de caer en el desempleo. (...) A medida que se prolonga su situación de parados, las probabilidades de encontrar un empleo disminuyen intensamente".

Es lógico. Por una parte, muchos de estos nuevos contratados son trabajadores temporales que van encadenando contratos. Por otra, cuando uno cae en paro, es relativamente sencillo que un cliente, un proveedor o incluso alguien de la competencia trate de hacerse con sus servicios. Pero cuando la situación se prolonga, todo es más complicado.

Por eso, decíamos antes, para esos casi dos millones de españoles, las perspectivas son dramáticas. Entrar dentro de esta categoría implica que en los últimos dos años, como mínimo, no se ha trabajado en nada. Ni siquiera un mes o un alta temporal para cubrir un puesto en una industria con alta estacionalidad, como el turismo. Porque si ese hubiera sido el caso, su contador habría empezado de nuevo desde cero.

Además, hay que tener en cuenta que la prestación por desempleo dura dos años y la ayuda de 400 euros puede ampliarla un máximo de otros seis meses. A partir de ahí, sólo quedan a su disposición las ayudas sociales para personas sin ningún tipo de recursos o acudir a la beneficencia.

La reincorporación

Y lo peor puede que esté por llegar. En algún momento, ya sea más pronto o más tarde, España saldrá de la recesión y comenzará a crecer. Todo el mundo asume que en ese momento el paro comenzará a caer. Pero para los parados eternos, la reincorporación al mercado laboral puede que no sea tan sencilla.

Tras más de dos años sin empleo, una persona pierde contactos, que tan importantes son para una carrera laboral. Lo normal es que en su sector comiencen a usarse nuevas tecnologías que él desconocerá. Según estudios realizados en EEUU, los parados de larga duración, cuando encuentran un empleo cobran un 30% menos que antes y veinte años después siguen un 15% por debajo de su banda salarial. Algo parecido le ocurrió a la generación que pasó sus primeros años como adultos durante la Gran Depresión de los años 30: tanto sus padres como sus hijos tuvieron carreras laborales más prósperas que las suyas.

Según diversos estudios, los trabajadores despedidos durante las recesiones tienden a experimentar un descenso en los ingresos del 19% (un acumulado de unos 112.000 dólares de acuerdo al salario medio) durante los siguientes 25 años, el doble de las pérdidas que sufren los trabajadores que son despedidos en épocas no recesivas. Evidentemente, en esta estadística tiene mucha importancia la dificultad para encontrar un nuevo empleo y las posibilidades de caer en las redes del paro de larga duración.

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