El Gobierno aprobará en el Consejo de Ministros del día 26 un cuadro macroeconómico, que recoge las previsiones para el año en curso, "claramente" más negativo al previsto en materia de empleo y crecimiento. Junto a esta revisión, que enmarcan en el contexto de "recesión" del conjunto de la UE, el Ejecutivo también presentará el actualizado programa de reformas que será remitido a las instituciones comunitarias.
En privado, el área económica del gabinete reconoce que aún queda bastante por hacer. "Es un trabajo sin prisa, porque tiene que hacerse bien, pero sin pausa", repiten. Aunque, añaden, sin la presión de una prima de riesgo disparada y la palabra "rescate" en medios nacionales e internacionales. Con los ánimos más calmados, el Ejecutivo rechaza claramente que se vaya a aprobar subida impositiva alguna para los ciudadanos, a pesar de que se trabaje la reestructuración del mercado fiscal -por ejemplo, poniendo coto a lo que denominan "abusivas desgravaciones" de las grandes empresas-.
No habrá "sustos", dicen, pero sí reformas. El gabinete explica que esto no significa que el día 26 se vaya a aprobar una batería de medidas; lo que se hará es presentar el paquete de ajustes que se irá aprobando en la legislatura, y a las que se comprometen formalmente ante Bruselas.
Entre ellas, se incluirá la reestructuración del vigente marco de las pensiones, uno de los puntos más solicitados por la UE. La idea no es otra que retrasar la edad de jubilación para así "salvaguardar" el sistema. Y el nuevo plan está "muy avanzado", según afirman los ministerios implicados, que recuerdan que ya hace pocas fechas se constituyó una comisión de expertos a tal efecto.
De igual forma, por fin, el Gobierno tiene previsto dar luz verde a la ley de emprendedores -destacando una fiscalidad favorable, aunque será puntual-. Al menos, así será anunciado a Bruselas el próximo días 26, como también la intención de ahondar en la reforma de la administración en todos los niveles -desde Hacienda aseguran que la eliminación de empresas públicas por parte de las comunidades va a buen ritmo- a la espera de que la CORA, la comisión a tal efecto, presente su informe final el próximo mes de junio. España también se comprometerá formalmente a la tan anunciada como retrasada ley de reforma energética, la de telecomunicaciones o la flexibilización del sector del transporte.
Con la UE y el FMI arrojando previsiones muy negativas e instando a profundizar en los ajustes, tanto el presidente como su número dos utilizaron el Congreso de los Diputados como plataforma para solemnizar que seguirán con el impulso reformista. "Voy a trabajar para que esas previsiones no se cumplan", destacó Rajoy en los pasillos de la Cámara.
Ya en el pleno, Mariano Rajoy se reafirmó en su hoja de ruta ante las quejas de Alfredo Pérez Rubalcaba: "Creo que la medicina que mató a la economía española fue la que le aplicaron ustedes y, por tanto, tenemos en este momento que hacer otro tipo de política económica". En línea, Soraya Sáenz de Santamaría insistió: "El escenario de agravamiento de la recesión exige nuevas medidas en España y en Europa".
Pese a todo, en un mensaje muy compartido en el gabinete, también se reclamó no caer en el pesimismo: "El esfuerzo que se está haciendo es gigante, y está dando sus frutos. El ejemplo más evidente es que no estamos intervenidos y la prima de riesgo ya no sube como una loca cada vez que hay un dato negativo. Empiezan a confiar en España y tenemos que trabajar en que así siga", resumió un ministro económico. La vicepresidenta resumió en el pleno algunos de los datos positivos que presentan hoy nuestra economía.