No se puede decir que Cándido Méndez haya empezado su nuevo mandato al frente de la UGT mirando al futuro: su discurso en el 41º Congreso del sindicato, que lo ha elegido por sexta vez como secretario general al mismo tiempo que se limitaban a tres los mandatos para este cargo, ha empezado reivindicando la II República y criticando a Franco.
"No hubo ninguna revolución –ha dicho Méndez olvidando lo ocurrido en Asturias en 1934- salvo la educativa", que sirvió según el sindicalista para crear "27.000 escuelas" con las que se acabó con "la ignorancia impuesta al pueblo español". Y es que la Educación fue para el de UGT "la piedra angular de la estrategia republicana".
Todo lo contrario, siempre según la versión de Cándido Méndez, que hizo el bando nacional: "Los facciosos no esperaron siquiera al final de la guerra" sino que desde 1936 "depuraban y perseguían a los maestros y maestras republicanas".
Con la Memoria Histórica
De hecho, Cándido Méndez ha narrado la exhumación de una fosa común de miembros de la UGT y ha contado como una chica "que imagino que sería una bisnieta" de uno de los asesinados abría la tapa del ataúd y decía "ni olvido, ni perdono".
Así, quién según el ugetista "quién crea que todo lo relacionado con la Memoria Histórica y la reparación de las heridas es sólo recuerdos de viejos caducos se equivoca", ha gritado en tono amenazante.
Contra el capitalismo
El mismo carácter combativo ha tenido la segunda parte de su discurso, que se ha centrado más en criticar la política del gobierno, pero también el sistema capitalista: "Pensábamos que el capitalismo en su versión más extrema era un fantasma del pasado y no volvería nunca", ha dicho para describir la situación actual.
Su análisis de la situación económica y política tampoco ha brillado por su fineza: "Estamos atrapados entre la dureza y arrogancia de Berlín, el cinismo y la contumacia de Bruselas y la resignación de Madrid", ha asegurado, brindando su apoyo al Gobierno para que rompa con la política que se está "imponiendo desde Bruselas".
El sindicalista ha elegido como ejemplo de la política que hay que desarrollar el "plan estímulo" multimillonario de Japón, advirtiendo de que si allí se ha sufrido un tsunami por un terremoto, "en Europa hay un tsunami social y laboral de desigualdad".
En esta línea, ha dicho que en la situación actual puede ser entendible que haya una congelación de sueldos, pero ha criticado que los precios sigan subiendo y que, incluso, se hable de llevar el copago a la Sanidad. "La contrición la están haciendo los trabajadores, cuando hay sectores empresariales que están ganando mucho dinero en España", concluyó.