El consejo de administración de Pescanova ha decidido, tras una reunión extraordinaria de más de trece horas, solicitar el concurso voluntario de acreedores al considerar imposible alcanzar, a corto plazo, un acuerdo con los acreedores y dado que su situación financiera presenta "riesgo de deterioro".
En una comunicación a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la multinacional gallega sostiene que "en aras de la preservación de la continuidad empresarial" y de "la protección de los intereses afectados" ha acordado solicitar el concurso ante el Juzgado de lo Mercantil competente.
La sociedad recalca en su comunicación a la CNMV que tiene "la firme voluntad" de presentar, en el curso del procedimiento, una propuesta de convenio a sus acreedores que "garantice la salvaguarda de los derechos e intereses" de sus trabajadores, acreedores y accionistas y "la gestión continuada" de Pescanova.
El consejo también ha decidido solicitar la revocación del nombramiento de BDO como auditor para la verificación de sus cuentas anuales individuales y consolidadas del ejercicio 2012, aún pendientes de presentación, así como la designación de un auditor "forensic" elegido entre las principales firmas de auditoría.
El consejo de administración extraordinario de Pescanova ha finalizado poco antes de la medianoche tras más de trece horas de duración desde que comenzó a las 10:30 en las instalaciones de la multinacional gallega en Chapela, Redondela.
La reunión, reclamada por algunos de los accionistas, se ha prolongado hasta casi el mismo día en que finalizaba el plazo de entrega de las cuentas a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Al igual que en el anterior consejo extraordinario, celebrado el pasado 14 de marzo, el hermetismo ha sido la nota predominante, ya que los informadores no han podido acceder siquiera a las inmediaciones de la factoría de Chapela.
Tras el anterior consejo extraordinario se produjo un intercambio de desmentidos, por medio de comunicaciones de hechos relevantes a la CNMV, entre la compañía y los consejeros más críticos con la gestión y con la que consideran falta de transparencia con la que se ha llevado la empresa gallega.
Los críticos reclamaban para esta reunión los datos económicos de la situación actual de Pescanova tras un mes de preconcurso de acreedores. Pescanova anunció a la CNMV que había un desfase entre el pasivo que le reclamaban las entidades financieras y el que tenía contabilizado, pero no precisó la cuantía.
La deuda total del grupo Pescanova asciende a 2.500 millones de euros, según los datos de Centro de Información de Riesgos del Banco de España, y de estos 1.600 millones corresponden a la matriz. La compañía ha precisado que estaba en negociaciones para la venta de su negocio de salmón en Chile, pero de momento no ha comunicado que la operación se haya cerrado.