El presidente de Chipre, Nikos Anastasiadis, ha anunciado en un discurso televisado que la reapertura de los bancos mañana irá ligada a limitaciones en las transacciones financieras.
"El Banco Central de Chipre, aplicando las leyes que ha votado el Parlamento impondrá algunas restricciones a las transacciones. Es una medida provisional, que progresivamente se irá levantando", dijo Anastasiadis, contradiciendo con ello informaciones difundidas por la propia banca a diversos medios.
El presidente subrayó que el Banco Central de Chipre asegurará la liquidez de todos los bancos y añadió que la primera tarea será asegurar los depósitos de las cajas de pensiones en las entidades afectadas. Todos los bancos chipriotas reabrirán sus puertas al público mañana, excepto el Banco de Chipre y el Banco Popular (Laiki Bank) que abrirán el jueves.
En su discurso difundido a su regreso de Bruselas, Anastasiadis aseguró que el acuerdo del Eurogrupo en la pasada noche ha servido para salvar al país de la quiebra y al mayor banco, el Banco de Chipre, de la bancarrota. El presidente defendió lo pactado en el Eurogrupo y aseguró que los acuerdos servirán para obtener un rescate y evitar la quiebra descontrolada del país.
"La tarea del Gobierno fue difícil y los márgenes de actuación muy limitados", subrayó Anastasiadis para asegurar que "a partir de mañana empieza otro periodo y que ya en los próximos días "empezarán a sentirse las consecuencias sobre nuestras vidas".
Dijo entender la ira de los ciudadanos con los responsables de la situación en la que se encuentra el país, y anunció que mañana el Consejo de Ministros nombrará a los jueces que estarán al cargo de la investigación penal del asunto.