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El Eurogrupo apuesta por el rescate privado de los bancos aplicando quitas

El presidente del Eurogrupo rechaza que los contribuyentes sufraguen el rescate de entidades insolventes con dinero público.

El presidente del Eurogrupo rechaza que los contribuyentes sufraguen el rescate de entidades insolventes con dinero público.

El rescate de la banca chipriota bien podría marcar un antes y un después en la actual crisis financiera de la zona euro. En los últimos años, la inmensa mayoría de gobiernos europeos ha optado por ofrecer asistencia casi ilimitada a las entidades financieras insolventes mediante rescates públicos (bail-out) sufragados con el dinero del contribuyente.

Sin embargo, en el caso chipriota, cuyo plan de rescate fue acordado este lunes, una parte muy sustancial de las pérdidas bancarias serán soportadas por los acreedores de dichos bancos (bail-in), tanto tenedores de deuda subordinada y senior como clientes cuyos depósitos superen los 100.000 euros, por ser éste el límite máximo que garantiza el estado.

Este mecanismo de resolución no es nuevo en Europa, ya que Dinamarca lo aplicó en 2011, pero sí es inédito en el seno de la zona euro y consiste, básicamente, en convertir deuda en acciones (que los acreedores se conviertan en los nuevos accionistas). La solución acordada en Chipre consiste en que accionistas y tenedores de bonos en bancos se vean forzados a compartir los costes de la reestructuración en primer lugar y en la que después se acude a los depósitos no garantizados. Bajo las reglas de la Unión Europea, los depósitos por encima de los 100.000 euros no están asegurados.

El rescate privado de entidades insolventes viene siendo defendido desde hace tiempo por algunas de las principales firmas de análisis germanas (Ifo) e incluso fue propuesto por las autoridades comunitarias. Sin embargo, es ahora, en el caso de Chipre, cuando se ha puesto en marcha de forma más clara y evidente. La cuestión es que, pese a que las quitas sobre los grandes depositantes chipriotas (a cambio de acciones bancarias) han sido anunciadas como algo "excepcional", el presidente del Eurogrupo, el holandés Jeroen Dijsselbloem, ha declarado este lunes que éste será el "patrón" correcto a seguir en caso de nuevos rescates financieros, lo cual supone un cambio de rumbo radical frente a los rescates públicos de la banca efectuados hasta el momento.

"Lo que hicimos anoche es lo que yo llamo contener los riesgos", declaró Dijsselbloem, ministro de Finanzas holandés, en declaraciones a Reuters y al Financial Times horas después de que se alcanzara el acuerdo sobre Chipre. "Si hay algún riesgo para un banco, nuestra primera pregunta debería ser okey, ¿qué van a hacer al respecto los que están en el banco? ¿Qué pueden hacer para recapitalizarse? Si el banco no puede hacerlo, entonces hablaremos con los accionistas y los tenedores de bonos, les pediremos que contribuyan para recapitalizar al banco y, de ser necesario, se lo pediremos a los depositantes de fondos no asegurados", señaló.

Este enfoque marca un giro radical en la política de la zona euro tras años de crisis en los que los gobiernos optaron por nacionalizar entidades quebradas y comprara activos tóxicos (bancos malos) haciendo uso del dinero de los contribuyentes, disparando con ello el déficit fiscal y la deuda pública hasta niveles récord. El proceso en el que gobiernos y contribuyentes asumen los costes debe ser frenado, sostuvo Dijsselbloem.

La reciente calma de los mercados financieros indica que ahora era momento de aplicar estos cambios, si bien no descartó que su aplicación conlleve nuevas turbulencias en los mercados. "Si queremos tener un sector financiero saludable y sólido, la única forma es decir: Miren, ustedes corrieron los riesgos, afróntenlos, y si no pueden encararlos, entonces, no deberían haberlos tomado", afirmó.

Tumbaría la recapitalización directa

Además, optar por el rescate privado de bancos tumbaría por completo la estrategia diseñada recientemente para permitir la recapitalización directa de bancos de la zona euro mediante el Fondo permanente de rescate (ESM, por sus siglas en inglés), dotado con hasta 700.000 millones de euros. La idea consistía en que el ESM, con el respaldo de dinero público de todos los contribuyentes europeos, tuviera capacidad para rescatar de forma directa entidades de la zona euro en problemas a partir de mediados de 2014, una vez que el Banco Central Europeo (BCE) adoptara su nuevo papel como supervisor financiero único de la Unión Monetaria. De este modo, según las autoridades comunitarias, se rompería el pernicioso vínculo entre banca y estado, por el cual la insolvencia de uno supondría la quiebra del otro, tal y como ha sucedido durante la presente crisis del euro.

Sin embargo, Dijsselbloem confía ahora en que el ESM nunca tenga que ser empleado. "Deberíamos apuntar a una situación en la que nunca tengamos siquiera que considerar una recapitalización directa", comentó. "Si tenemos más instrumentos en términos del bail-in, y todavía podemos revisar cuán lejos podemos llegar con el bail-in, la necesidad de una recapitalización directa será cada vez menor", aseveró.

Así, consultado sobre lo que significa este nuevo enfoque para países de la zona euro con sectores bancarios altamente apalancados -como Luxemburgo y Malta- y para otras naciones con complicaciones en sus bancos -caso de Eslovenia-, Dijsselbloem respondió que sus gobiernos debían encargarse de reducir el tamaño de sus bancos.

"Significa que se ocuparán de eso antes de que sea un problema. Fortalecerán sus bancos, sanearán sus hojas de balance y tendrán claro que si uno de sus bancos está en problemas, la respuesta ya no será automáticamente que vendremos a solucionar el problema. Vamos a exigirles más. Ésta es la primera respuesta que necesitamos. Se lo vamos a exigir. Ellos afrontarán el asunto", dijo. El marcado cambio de actitud, que según el jefe del Eurogrupo obedece a una modificación en la estrategia de las autoridades de la UE, tiene consecuencias sobre la manera en que los bancos son recapitalizados y respecto a la forma en que los mercados financieros reaccionan.

Corrige sus palabras

Dada la reacción negativa que han tenido sus palabras sobre la bolsa y el mercado de deuda de ciertos países miembro, como es el caso de España, el presidente del Eurogrupo matizó horas después, a través de su portavoz, que el acuerdo de rescate a Chipre es "una solución única" y negó que vaya a ser un "patrón" para futuras intervenciones en bancos en problemas.

"Quiero subrayar que Dijsselbloem no dijo nada sobre patrones en la entrevista", señaló a Efe su portavoz preguntada al respecto. "Si acaso, subrayó en su rueda de prensa ayer que era una solución única", insistió. La portavoz insistió en que el presidente del Eurogrupo no utilizó en ningún momento la palabra "patrón" o "modelo" ("template", en inglés), pero tampoco descartó la posibilidad de que se repitan en otros casos de reestructuración bancaria las pérdidas que sufrirán accionistas, bonistas y los depósitos de más de 100.000 euros en Chipre.

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