Así lo han explicado en rueda de prensa la presidenta del llamado banco malo, Belén Romana, y el director general del mismo, Walter de Luna, después de que su consejo de administración aprobara ayer el plan de negocio revisado.
El nuevo plan recoge las líneas generales sobre las que descansará el proceso de desinversión de la cartera de Sareb, que consta actualmente de activos por importe de 50.449 millones de euros. En él se contempla que las tres cuartas partes de los ingresos procedan de la venta de activos inmobiliarios, y el resto por la vía de los préstamos.
En los cinco primeros años de vida, la Sareb tiene previsto vender prácticamente la mitad de su cartera de viviendas, unas 42.500 unidades. Igualmente, prevé que una parte de las viviendas se destine al mercado de alquiler. Asimismo, el plan contempla una rentabilidad acumulada para los accionistas de entre el 13 y el 14 por ciento, similar a la que establecía el documento inicial.
"Pensamos que la rentabilidad acumulada para los inversores va a estar entre el 13 y el 14%. Un plan de negocio de una compañía como Sareb se configura sobre la base de una serie de escenarios alternativos que responde a la evolución de distintas variables. En algunos escenarios se pueden producir pérdidas no significativas que no afectarán a la rentabilidad", ha destacado De Luna.
Romana ha insistido en que la Sareb será un "jugador más" en el mercado inmobiliario, por lo que no va a determinar el nivel de precios. "Vamos a ser menos de un 4% del mercado. No vamos a ser quienes generemos los precios, sino un actor más que compita con los demás y venderemos a precio de mercado para conseguir nuestros objetivos", ha apuntado Romana.
Sociedad plenamente operativa
La presidenta del banco malo ha subrayado que a día de hoy la Sareb es una sociedad con un balance de 50.000 millones de euros en activos, que colabora con las entidades cedentes y que cuenta con un equipo de 70 personas. "Somos una sociedad plenamente operativa que ya ha dado los primeros pasos para la desinversión y cuyo objetivo principal es desaparecer. Queremos vender y desinvertir maximizando el valor de los activos", ha agregado.
También ha precisado que la Sareb cuenta con un plan de negocio "sólido y prudente" que le ayudará a gestionar sus activos a lo largo de los próximos 15 años en los que intentará reparar en su integridad la deuda avalada. "Es una entidad de liquidación y por tanto hay que tener en cuenta esta naturaleza especial a la hora de desarrollar el plan estratégico", ha precisado De Luna.
Romana ha señalado que miembros del banco malo han mantenido conversaciones con Bruselas para explicar los cambios que se han producido en el plan de negocio y ha avanzado que estas reuniones han generado "una impresión muy positiva".
Desinversión
Para desprenderse de estos activos, la Sareb está utilizando la red de comercialización de las entidades cedentes, pero no tiene previsto crear su propia red porque su vida está limitada a 15 años. De Luna también ha indicado que, en la actualidad, hay interés tanto por activos como por carteras de activos por parte de inversores nacionales e internacionales.
"El tamaño y la diversidad de activos de la Sareb nos permite mirar en muchas direcciones para encontrar inversores y compradores para nuestros productos. El inversor institucional ha mostrado ya un interés muy especifico en las viviendas de primera y segunda residencia alquiladas y el producto terciario en alquiler", ha manifestado el director general.
De Luna también ha destacado que en el canal minorista, la Sareb se está acercando a un comprador particular y a familias para su uso. "A través de la plataforma comercial seremos capaces de competir con el resto de los agentes del sector con precios adecuados y una amplísima red comercial", ha apuntado.
El balance de la sociedad cuenta con 39.000 millones de euros en préstamos y 11.000 millones en activos inmobiliarios. El 56% del balance está relacionado con el producto terminado y el 24% con productos de suelo. Además, 76.000 son viviendas terminadas y 6.000 son de alquiler.
El plan contempla que la desinversión de activos alcance los 53.000 millones de euros, mientras que los cobros e ingresos de los préstamos podría ser algo superior a los 22.000 millones de euros.
Sobre su accionariado, Romana ha resaltado que el 20% de sus accionistas privados son internacionales y ha hecho hincapié en que de aquí a dentro de 15 años la situación puede cambiar. "Nuestros inversores nos apoyan plenamente. Es un accionariado de calidad, pero es posible que en 15 años cambie. Estaremos abierto a quienes quieran entrar, pero nuestro objetivo no es la captación de capital, sino desinvertir", ha dicho.