Mariano Rajoy no se mueve de sus tesis. Hay que incluir políticas de crecimiento a la obligada austeridad y la Unión Europea tiene que andar con paso firme hacia la integración fiscal y bancaria, aseguró al término del Consejo Europeo. A partir de ahí, y sin querer entrar en los posibles choques a puerta cerrada, el presidente tiró de optimismo al enfatizar que "gozamos de mayor estabilidad y calma en los mercados, y esto es positivo".
Dicho lo cual, de sus palabras se desprende que queda mucho por hacer. Y de ahí que, sin buenas nuevas que ofrecer, instara a sus socios comunitarios a no echar el freno y seguir con el calendario previsto. Y, en este sentido, incluyó un punto novedoso: "Hay que facilitar y garantizar la condiciones de financiación adecuadas", dijo en una comparecencia de prensa pasadas las diez de la noche. Esto es, el Banco Central Europeo tiene que tomar nuevas medidas para facilitar la recuperación. Eso sí, no aventuró cuales.
El presidente no pidió formalmente una reducción del déficit público para 2013, pero añadió: "Ya veremos cómo se producen los acontecimientos. Hoy por hoy el objetivo de déficit para este año es del 4,5%", dijo, a la espera de que la UE mueva ficha. Pese a ello, a modo de resumen, el presidente afirmó: "Tenemos que cumplir en tiempo y forma con nuestros compromisos".