El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha descartado este lunes una fusión entre los bancos nacionalizados, Bankia, Novagalicia Banco y Catalunya Banc, de los que ha dicho que son entidades "muy saneadas, muy solventes y con muchísima liquidez".
"No se van a fusionar, en absoluto", ha aseverado De Guindos en declaraciones a Antena 3 recogidas por Europa Press. El ministro ha añadido que lo que habrá será una coordinación de comportamientos entre estas entidades, pero no una fusión, porque la idea es que mantengan su independencia con vistas a su futura privatización.
En el caso de Bankia, el ministro ha recordado que se han inyectado 22.000 millones de euros en la entidad y que se le ha comprado "todo el crédito malo". "Bankia es ahora uno de los bancos más saneados y solventes de Europa", ha destacado De Guindos, que ha añadido que "algo parecido" ocurre con las otras dos entidades nacionalizadas.
De Guindos también ha descartado que Catalunya Banc se vaya a integrar en Bankia y ha insistido en que después del dinero invertido, la intención del Gobierno es "no malvender" la firma catalana.
El ministro ha subrayado que el Gobierno utilizará a las entidades nacionalizadas "de una forma razonable y racional" para dar crédito a la economía. Al respecto, ha señalado que "no todo el mundo" se merece un crédito, porque hay empresas que se han sobreendeudado, y ha dicho que son las pymes las que deben concentrar el esfuerzo crediticio.
Sobre las preferentes, el titular de Economía ha explicado que se "está intentando dar una salida" a este problema. "Lo que me toca son buscar soluciones, que no son sencillas, pero a través de los procesos de arbitraje y del canje en las próximas semanas en las entidades nacionalizadas, habrá un alivio para estos tenedores de preferentes", ha subrayado el ministro, que ha dicho tajante que este producto "nunca se tenía que haber vendido a un ahorrador tradicional".
Por otro lado, De Guindos ha afirmado que la economía española empezará a crecer a finales de este año y ha asegurado que el Gobierno no tiene intención de subir impuestos, incluso ha insinuado que se bajarán siempre y cuando sea "compatible" con la reducción del déficit público.