El embajador de Estados Unidos en España, Alan Solomont, ha alertado a la Generalidad sobre las consecuencias negativas que podría tener la aplicación del impuesto a las bebidas refrescantes que contengan un exceso de azúcar, que afectaría principalmente a Coca-Cola y Pepsi.
El Gobierno de Artur Mas pretende recaudar unos 30 millones de euros al año con este impuesto. La patronal de las bebidas azucaradas, la Asociación de Bebidas refrescantes (Anfabra), ha manifestado en reiteradas ocasiones su rechazo a este nuevo tributo, no tanto por la cantidad a pagar sino por asumir que los refrescos azucarados son los responsables de la obesidad infantil.
Solomont, en una carta dirigida al consejero de Economía catalán, Andreu Mas-Colell, con copia a Artur Mas, le comunica que una de sus principales preocupaciones de la imposición de este nuevo tributo son las consecuencias que puede tener en el clima de inversión en Cataluña.
El embajador de EEUU en España indica en la carta, según publica La Razón, que en un entorno tan cambiante como el actual es crucial crear un marco positivo para los negocios que atraiga inversiones extranjeras directas y que no las ahuyente con nuevos impuestos. Solomont señala en la misiva que el impuesto sobre las bebidas refrescantes con exceso de azúcar afectaría, principalmente, a estas dos grandes compañías estadounidenses, por lo que podría enviar un mensaje hacia el resto de empresas que estén pensando invertir en Cataluña. El embajador pide que antes de tomar una decisión se considere el efecto negativo potencial de ese impuesto sobre la inversión americana en Cataluña.