El caso del cierre por 72 horas de todas las tiendas Zara de Venezuela da una última vuelta de tuerca. El Gobierno de Chávez no solo castigaba a la empresa española con la interrupción de su actividad durante tres días sino que también la ha multado con 84.920 dólares.
El pago de la multa era un requisito imprescindible para que el gigante textil reabriese sus locales el lunes por la tarde. "Este lunes seguirán cerradas si no corrigen las irregularidades detectadas el pasado viernes, entre ellas la elevación arbitraria de precios", advertía ayer el director nacional de Fiscalización del instituto estatal Indepabis, Trino Martínez en declaraciones a Efe. "Se les aplicó entonces una multa de 5.000 Unidades Tributarias (unos 85.000 dólares) y el cierre por 72 horas", confirmaba el responsable del organismo estatal.
Los técnicos del Indepabis recorrieron durante el lunes las nueve tiendas que tiene Zara en el país para verificar que durante el cierre anularon la subida de precios de sus productos, en respuesta a la profunda devaluación del bolívar que ha llevado a cabo el país. "En caso caso contrario se les tratará como reincidentes y tendrán que volver a cerrar y hacer frente a la multa", señalaban en la institución.
Zara no modifica sus precios
Pero lo más curioso del asunto es que los precios de las prendas siguen igual. Según dos establecimientos consultados por Libre Mercado, ni en Caracas ni en Barquisimeto han reetiquetado sus productos, tal y como les obligaba el Indepabis. Entonces, ¿qué ha pasado?. Todo apunta a que el Gobierno ha utilizado como excusa la subida de precios de la compañía que preside Amancio Ortega para multar a la española.
"El Gobierno venezolano dice una cosa y hace otra, nuestros precios siguen igual. No han cambiado nada, lo que ha hecho es una revisión ficticia", explica uno de los trabajadores de la una tienda del centro de la capital.
Los empleados de Zara consultados coinciden en que han vivido este acontecimiento "con total normalidad". "Cuando abrimos ayer por la tarde había bastante gente esperando en la puerta", asegura uno de ellos. Si de verdad lo que le importara al Gobierno de Chávez hubiesen sido las etiquetas de las prendas sería lógico pensar que los empleados tendrían que haberse pasado esos tres días reetiquetando todos los artículos, pero eso no fue así. "Nosotros no hemos trabajado en los días de cierre, la actividad se ha suspendido completamente", informan.
Durante todo el fin de semana en las puertas de las tiendas Zara sólo lucían sus fachadas carteles informativos con el logotipo del Indepabis en los que se avisaba del cierre por 72 horas debido al "remarcaje" de precios y al condicionamiento para la venta de sus productos. Fuentes consultadas de Inditex se han negado a pronunciarse sobre el asunto. Inditex tiene en Venezuela además de sus locales Zara, otras nueve tiendas Bershka y cuatro Pull & Bear, según su página web.
Acusada de "usura"
Tras la modificación del tipo de cambio bolívar/dólar a principios de este mes, tanto Zara como otras muchas empresas extranjeras se habían visto obligadas a subir sus precios en respuesta a la devaluación de la moneda local. La reacción del Gobierno venezolano tardó muy poco en llegar y no dudó en echar el cierre de las empresas que estaban aplicando libremente su propia política de precios acusadas de "incurrir en la usura."
"Se les cierra para que arreglen sus precios y de esta forma participen en garantizar la economía del país y no en el enriquecimiento por usura. Hemos verificado su estructura de costos y hemos evidenciado márgenes de ganancia excesivos", explicaba la coordinadora del Indepabis, Osiris Pacheco. Sin embargo, parece que los márgenes siguen estando como están.