La Comisión Europea (CE) lanzó un jarro de agua fría tanto a las estimaciones económicas del Gobierno como, sobre todo, a su gestión presupuestaria. En sus previsiones del invierno, publicadas el pasado viernes, Bruselas mantiene que el PIB nacional caerá un 1,4% este año frente al pronóstico del -0,5% incluido en los Presupuestos Generales del Estado para 2013, mientras que el paro escalará hasta rozar el 27%. Así pues, España volverá a sufrir una dura recesión este ejercicio, según el Gobierno comunitario.
Lo más destacable, sin embargo, es su diagnóstico sobre el déficit público. En concreto, la CE advierte de que el descuadre fiscal se situó en el 10,2% del PIB en 2012 frente al 9,4% registrado un año antes. En concreto, el déficit ascendió a 106.500 millones de euros, 6.100 millones más que en 2011, según los datos de Bruselas.
Este dato contrasta frontalmente con el déficit próximo al 7% del PIB que anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, el pasado miércoles durante el debate sobre el estado de la nación, y que fue vendido por el Ejecutivo como un gran éxito de su política de ajustes. La diferencia entre el 7% anunciado por Rajoy y el 10,2% estimado por Bruselas, algo más de 3 puntos porcentuales, se debe al rescate bancario. Tras la solicitud de ayuda financiera acordada el pasado verano, por una cuantía próxima a los 40.000 millones de euros, el Gobierno insistió una y otra vez en que dicho préstamo no se contabilizaría como déficit, tan sólo como deuda pública, pero el tiempo se ha encargado de desmentir tal afirmación, tal y como avanzó Libre Mercado.
El déficit crece del 9,4% al 10,2% del PIB
Las ayudas a las cajas se contabilizan como déficit cuando el dinero inyectado se usa para cubrir pérdidas y, por tanto, existen dudas más que razonables de que el Estado lo pueda recuperar. En este sentido, Bruselas da por perdido algo más del 70% del préstamo concedido a España para salvar a sus cajas de ahorros, lo cual no significa que no vaya a recuperar este dinero, ya que el crédito se concedió al Estado (vía FROB) y, por tanto, serán los contribuyentes los que, en última instancia, tendrán que devolver el dinero (vía deuda pública).
Esos tres puntos extra de déficit estimados por Bruselas suponen una auténtico varapalo, ya que el Ejecutivo pensaba inicialmente que el rescate bancario tan sólo supondría entre 1 y 1,5 puntos adicionales de descuadre fiscal. Pese a ello, el Gobierno insiste en que el dato clave a tener en cuenta es el 7% anunciado por Rajoy -excluyendo las ayudas a la banca- porque es el que servirá de referencia a Bruselas para verificar el cumplimiento del objetivo de déficit, fijado en el 6,3% para 2012.
La razón es que dicho agujero es una operación one-off, es decir, que se contabiliza sólo una vez y de un año para otro. Por ello, lo importante para la CE es que España logre reducir la brecha existente entre ingresos y gastos del sector público (en principio, del 7% del PIB) para evitar que España suspenda pagos y garantizar así que el Gobierno podrá devolver el dinero del rescate bancario.
Sin embargo, sea como fuere, la cuestión es que Eurostat registrará como déficit oficial el 10,2% del PIB en 2012, incluyendo las ayudas bancarias. De confirmarse esta estimación, por el momento provisional, sería la segunda vez que España registra un descuadre de dos dígitos desde el estallido de la crisis en 2007, tras el 11,2% registrado en 2009. Además, otro de los datos que llama la atención es que Bruselas da por bueno el déficit del 7% anunciado por Rajoy -excluyendo el rescate financiero- para elaborar su previsión de déficit, pero el propio comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, lo puso en cuarentena el pasado viernes, a la espera de que se publiquen las cifras definitivas de ejecución presupuestaria.
De ahí, precisamente, que la CE haya retrasado hasta el próximo mayo la posibilidad de relajar los objetivos de déficit para España. Las cautelas de Bruselas a este respecto no son de extrañar si se tiene en cuenta que el Gobierno revisó al alza en varias ocasiones el déficit de 2011, del 6% anunciado por el anterior Ejecutivo socialista al 9,4% reportado finalmente por el PP. Así pues, en caso de que se produzcan desvíos respecto al 7% anunciado, el déficit total sería incluso superior al 10,2% que estima Bruselas.
El gasto público crece
El déficit del 10,2% deriva de la brecha existente entre gastos e ingresos totales. Según el informe de la Comisión, el gasto público ascendió 486.700 millones de euros en 2012 (46,4% del PIB) frente a 480.100 millones en 2011 (45,1%), mientras que la recaudación se situó en 380.200 millones (36,3% del PIB) frente a 379.700 millones (35,7%), respectivamente. Así pues, el gasto creció un 1,3% interanual (incluyendo ayudas bancarias) y los ingresos poco más del 0,1%.
El conjunto de las administraciones públicas gastó un 28% más de lo que ingresó en 2012, frente al 26,4% de 2011, según Bruselas.
Un ajuste similar al de Zapatero
Por otro lado, uno de los indicadores clave para analizar los ajustes llevados a cabo por el Gobierno es el denominado "déficit estructural", ya que excluye tanto los efectos coyunturales de la recesión (aumento de prestaciones públicas y caída de ingresos) como el efecto del rescate bancario. Según Bruselas, el déficit estructural de España cayó del 7,3% del PIB en 2011 al 5,9% en 2012, lo que equivale a 1,4 puntos porcentuales (unos 14.700 millones de euros). Cerca de la mitad de este ajuste deriva del aumento de impuestos aprobado el pasado año, y la otra mitad del recorte de gastos.
Se trata de un ajuste muy similar al aplicado por José Luis Rodríguez Zapatero en 2010, cuando el déficit estructural bajó al 7,4% frente al 8,6% de 2009, equivalente a unos 12.600 millones de euros (1,2 puntos del PIB). Dicho de otro modo, el ajuste real aplicado por Rajoy el pasado año apenas superó en 2.000 millones de euros al realizado por Zapatero en 2010, con la única salvedad de que la caída del PIB en 2010 fue algo más suave (-0,3%) que en 2012 (-1,4%).
De hecho, España ejecutó el año pasado el menor ajuste estructural de los denominados PIIGS (-1,4% del PIB), con la excepción de Irlanda (-0,3%): Grecia realizó un ajuste de 4,2 puntos; Italia de 2,3 puntos; y Portugal de 2,1 puntos.
Deuda superior al 100% del PIB
Por último, tanto el rescate bancario como el abultado déficit estructural que sigue presentando España dispararon la deuda pública hasta el 88,4% del PIB en 2012 (926.500 millones) frente al 69,3% de 2011, según las estimaciones de Bruselas, un nivel que no se registraba desde comienzos del siglo XX. El pasado año la deuda pública creció en cerca de 190.000 millones de euros (19,1 puntos de PIB), el mayor aumento desde el inicio de la crisis.
Lo peor, sin embargo, es que nada indica que se vaya a frenar esta espiral a corto y medio plazo, más bien al contrario, ya que la CE prevé un déficit próximo al 7% del PIB en 2013 y en 2014. De este modo, la deuda podría rozar el 96% del PIB este año e incluso llegar a superar el umbral del 100% en 2014 (más de 1 billón de euros). ¿Problema? Un volumen semejante de deuda pública garantiza un escenario de estancamiento económico en caso de que no se corrija de forma drástica y urgente.