El presidente estadounidense, Barack Obama, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, anunciaron el miércoles el lanzamiento inminente de negociaciones para un acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos, que será "el más importante que se haya firmado nunca".
"EEUU y la UE iniciarán cada uno por su lado los procedimientos internos necesarios para lanzar negociaciones sobre una Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión", han anunciado Obama, Barroso y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en un comunicado conjunto.
Barroso ha asegurado en rueda de prensa que este acuerdo supondrá "un estímulo para la economía europea del 0,5% del PIB, que se traduce en decenas de miles de millones de euros cada año y decenas de miles de nuevos puestos de trabajo". "Es un impulso a nuestras economías que no cuesta ni un céntimo a los contribuyentes", ha sostenido. El pacto "creará la mayor zona de libre comercio del mundo" y fijará las reglas no sólo para otros acuerdos comerciales bilaterales sino para el comercio mundial.
El presidente del Ejecutivo comunitario ha admitido que las negociaciones "no serán fáciles" porque hay "sectores sensibles", incluyendo el agrícola, en ambos lados y otros intentos anteriores han chocado con "obstáculos y resistencias". Pero se ha mostrado convencido de que el acuerdo es posible debido a la débil situación de la economía y la "voluntad política" entre los líderes europeos y norteamericanos.
De hecho, Obama mencionó el lanzamiento de negociaciones con la UE en su discurso sobre el estado de la unión de este martes y los jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiete respaldaron el pacto con EEUU en la cumbre celebrada la semana pasada.
La prioridad son las barreras no arancelarias
La negociación buscará reducir o incluso eliminar todos los aranceles a los productos agrícolas e industriales, con un "tratamiento especial" a los productos más sensibles. Estas tarifas ya son muy bajas, de un 4% de media, pero teniendo en cuenta la magnitud del comercio entre la UE y EEUU "todavía imponen costes que no son insignificantes. También cubrirá servicios, inversiones y licitaciones públicas.
Pero el principal foco del diálogo entre la UE y EEUU serán las barreras comerciales no arancelarias, es decir, obstáculos administrativos como por ejemplo los diferentes estándares medioambientales o en materia de seguridad que cada lado aplica a los coches. Estos obstáculos equivalen, según Bruselas, a tarifas de entre el 10% y el 20%.
Por ello, Bruselas y Washington tratarán de acercar lo máximo posible o aceptar mutuamente sus estándares y procedimientos. Y trabajarán en la compatibilidad regulatoria en sectores específicos como sustancias químicas, automóviles, industria farmacéutica y aparatos médicos.
Transgénicos
La UE y EEUU negociarán también un acuerdo sanitario y fitosanitario con estándares sanitarios e higiénicos, por ejemplo para productos alimentarios. No obstante, el presidente de la Comisión ha asegurado que la UE no se plantea levantar las restricciones a los transgénicos y productos hormonados procedentes de EEUU, que en el pasado han sido fuente de constantes conflictos entre ambos lados del Atlántico.
"Estas negociaciones no suponen poner en riesgo la salud de nuestros consumidores a cambio de beneficios comerciales. No negociaremos cambios que no queramos en las reglas básicas de cada lado, ya sea sobre hormonas o transgénicos", ha sostenido Barroso. También está excluida de la negociación a priori la batalla comercial entre Bruselas y Washington a cuenta de las subvenciones a los gigantes aeronáuticos Airbus y Boeing.
El Ejecutivo comunitario preparará ahora el mandato de negociación con EEUU, que espera que esté listo durante el primer trimestre del año, y pretende iniciar el diálogo con Washington de aquí a junio. Barroso ha dicho que las negociaciones "deben ser rápidas", pero no se ha marcado ningún plazo.