El presidente de EEUU, Barack Obama, presentó este miércoles un ambicioso plan de medidas en su discurso del Estado de la Unión para impulsar el crecimiento económico, rescatar a la clase media y hacer realidad una agenda progresista que incluye la reforma migratoria, el control de las armas y el combate al cambio climático.
En la primera intervención ante el Congreso de su segundo mandato Obama explicó que la "tarea pendiente" tras haber "despejado los escombros de la crisis" es lograr un gobierno no más grande, sino "más inteligente", que "trabaje en nombre de la mayoría, no de unos pocos", manifestó el presidente.
"Una economía en crecimiento que cree buenos empleos para la clase media: ésa debe ser la estrella polar que guíe nuestros esfuerzos", subrayó al asegurar que los beneficios empresariales "se han disparado a máximos" mientras "desde hace más de una década los salarios e ingresos apenas se han movido".
Obama pidió al Congreso que apruebe una subida del salario mínimo progresivamente hasta los 9 dólares a la hora en 2015, frente a los 7,25 actuales, y planteó el objetivo de erradicar la pobreza extrema en el mundo en las próximas dos décadas, con el compromiso de empezar a trabajar para cumplirlo.
Para el crecimiento de la clase media, los estadounidenses "deben tener acceso a la educación y la capacitación que exigen los empleos hoy en día", argumentó Obama al proponer más inversiones para ampliar el acceso a programas preescolares de "alta calidad".
La reducción del déficit público en la que llevan meses enfrascados demócratas y republicanos "no es por sí solo un plan económico", advirtió Obama al reiterar la necesidad de una reforma del sistema impositivo y de algunos programas sociales.
El déficit de EEUU caerá en 2013
El déficit de Estados Unidos cerrará 2013 en 845.000 millones de dólares (622.00 millones de euros), lo que equivale al 5,3% del Producto Interior Bruto, según los cálculos realizados con el actual marco legislativo por la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO por sus siglas en inglés), que destacó que supondría su nivel más bajo desde 2008 y la primera vez que se sitúa desde entonces por debajo del billón de dólares.
Según las previsiones de la oficina, el déficit estadounidense seguirá reduciéndose en los próximos años, hasta situarse en 2015 en el 2,4% del PIB. Sin embargo, volverá a incrementarse a finales de la actual década debido a las presiones derivadas del envejecimiento de la población, del aumento de los costes sanitarios y de unos mayores pagos de intereses de la deuda.
Como consecuencia, cree que la deuda federal se mantendrá en niveles históricamente altos en comparación con el tamaño de la economía la próxima década. De hecho, prevé que en 2013, si la actual ley sigue en vigor, la deuda alcance el 77% del PIB y mantenga una senda alcista.
