En uno de los momentos de mayor tensión institucional, social y económica, los grandes de la banca española quieren dar un mensaje de optimismo. El jueves fue Emilio Botín, el que aprovechó la rueda de prensa de presentación de resultados del Santander en 2012 para asegurar que habíamos llegado a un cambio de ciclo. Este viernes, le tocó el turno a Isidro Fainé, máximo responsable de La Caixa, el que defendió que, aunque la situación sigue siendo muy complicada, podemos empezar a pensar que ya hemos tocado fondo: "2012 ha sido el peor año de la crisis, un año en el que se temió por la supervivencia de la moneda única. Pero también pasará a la historia como el año en el que se superaron estos riesgos. Puede que por fin el horizonte empiece a despejarse".
Fainé ha sido moderadamente optimista tanto en lo que hace referencia a la situación económica global, que "muestra un tono de recuperación", como respecto al futuro a medio plazo de la economía española, que cree que iniciará "una senda ascendente que nos puede llevar a un crecimiento positivo en 2014". Para conseguirlo, ha lanzado un mensaje al conjunto de la sociedad, a la que ha pedido que "acompañe al país, de forma que cada uno en su posición luche por un futuro mejor".
Faine ha apostado porque "2013 será mejor que el año que dejamos atrás", tras un "proceso de ajuste que parece estar bien encaminado". Además, ha destacado la importancia de la reestructuración de su sector, que ha acometido una "enorme transformación" con lo que ha calificado como un "extraordinario ejercicio de transparencia y saneamiento". Eso sí, será necesario seguir transitando el camino de la consolidación, es decir, de las fusiones, en un sector que ha pasado de 55 grandes entidades a menos de dos decenas en apenas un lustro: "El sistema bancario tiene que seguir el camino de consolidación. No hay márgenes y sólo tamaños críticos puede permitir salvar los muebles".
Precisamente, como ejemplo de este proceso, Fainé ha destacado a su entidad, que tras la incorporación de Banca Cívica "se ha convertido en la entidad líder del mercado bancario español" con un 14,6% de cuota de mercado y un 26% de penetración (uno de cada cuatro españoles es cliente de La Caixa). Además, ha celebrado que han alcanzado "el 87% de provisiones" previstas en los reales decretos de 2012, manteniendo un core capital del 11% incluso tras la incorporación de Banca Cívica.
En el futuro inmediato, se anticipa la aprobación de la Ley de Cajas, que Fainé ha aplaudido, puesto que cree que dotará a las entidades de un "enfoque más homologable a nivel internacional. Consolida el camino que iniciamos con la reforma de 2011 y facilita una mayor solvencia de las entidades. Proporciona una estructura más flexible para la corporación industrial y nos permite adaptarnos al siglo XXI". En este sentido, ha destacado que "lo relevante es lo que permanece desde nuestro origen: enfoque minorista, obra social y promoción empresarial".
Corrupción y desafío soberanista catalán
Por último, respecto a las tensiones políticas de las últimas semanas, Fainé ha intentado pasar de puntillas. Sobre la corrupción simplemente ha asegurado que "no tiene tiempo" de ocuparse de estas cuestiones y que confía en la justicia. Y respecto a sus relaciones con la Generalidad (que se comenta que no pasan por su mejor momento) ha apuntado que "siempre intentan mantener una relación buena con todas las instituciones".
Eso sí, en lo que respecto a la apuesta soberanista puesta en marcha por CiU, Fainé ha lanzado un claro aviso para navegantes. Primero ha apuntado que La Caixa "nunca entra en cuestiones políticas", para a continuación pedir respeto al marco legal vigente y diálogo entre los políticos: "Confío plenamente en el diálogo de los líderes, creo que hay voluntad de concordia. Debe existir diálogo, consenso y acuerdo dentro del marco de la ley. Eso será bueno para todos los ciudadanos españoles (para los catalanes y para el resto). Intuimos que hay ganas de dialogar y en eso creo que vamos por el buen camino".