La economía española acentuó su contracción durante el cuarto trimestre de 2012, al registrar un descenso del 0,7% en tasa intertrimestral y una caída del 1,8% en tasa interanual, según el avance de datos de Contabilidad Nacional Trimestral publicado este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Así, en el conjunto del año 2012 el PIB español se contrajo un 1,37%, cifra que mejora la previsión oficial del Gobierno (-1,5%) pero que está ligeramente por encima de lo esperado.
De hecho, los datos avanzados por el INE difieren en una décima de las estimaciones del Banco de España, que en su último boletín económico, publicado la semana pasada, había previsto un descenso del 0,6% en el cuarto trimestre, una caída interanual del 1,7%, y un retroceso del 1,3% en 2012.
El Gobierno también había indicado en las últimas semanas que esperaba que la disminución del PIB mejorara las previsiones oficiales y se situara en el -1,3% en 2012.
La contracción trimestral del 0,7% experimentada entre octubre y diciembre de 2012 empeora en cuatro décimas el dato del tercer trimestre, cuando el PIB bajó un 0,3%. Con la cifra del cuarto trimestre, la economía española acumula seis trimestres de crecimiento negativo, mientras que, en tasa interanual, el PIB suma cinco trimestres de retrocesos.
Por su parte, la caída interanual del PIB en el cuarto trimestre es dos décimas más acusada que la registrada en el tercer trimestre de 2012, cuando la economía retrocedió un 1,6%. El INE ha explicado que esta aceleración en el retroceso del PIB es consecuencia de una aportación más negativa de la demanda nacional, que se vio compensada sólo en parte por una contribución positiva del sector exterior.
Malos resultados en el cuarto trimestre
Los datos del INE son aún provisionales y se conocerán a nivel desagregado el próximo 28 de febrero. De momento, el Banco de España, en su último boletín, confirmaba que la economía española había agudizado su contracción durante el cuarto trimestre de 2012 a causa del "debilitamiento notable" de la demanda.
Así, la autoridad monetaria señalaba que en la última parte del año 2012 se intensificó el retroceso del consumo de los hogares, en un contexto en el que diversos factores de carácter transitorio, como el efecto del adelanto de las compras previo a la subida del IVA o la supresión de la paga extra de diciembre de los funcionarios, se sumaron a la debilidad del mercado de trabajo.
Como consecuencia de todo ello, el Banco de España estima que la demanda nacional registró un retroceso en el conjunto de 2012 del 3,9%, superior a la del año precedente, y a la que contribuyeron todos sus componentes, tanto de consumo como de inversión. Concretamente, calcula que el consumo privado cayó en torno al 2%, lastrado por el impacto que han tenido sobre las familias las medidas de ajuste fiscal y por el incremento de precios de los bienes que éstas consumen.
Por el contrario, la institución que gobierna Luis María Linde cree que la demanda exterior neta atenuó, un año más, el impacto de la contracción del gasto interno sobre la actividad, con una aportación positiva de 2,6 puntos porcentuales en el promedio del ejercicio, apoyada tanto en el avance de las exportaciones como en el descenso de las importaciones.
Por el lado de la oferta, el Banco de España afirmaba en su boletín que todas las ramas productivas empeoraron sus registros respecto a 2011, con descensos del valor añadido en la industria, en los servicios de no mercado y, sobre todo, en la construcción, y un crecimiento prácticamente nulo en los servicios de mercado.