La consecuencia lógica de la incertidumbre que los políticos nacionalistas han generado con su apuesta secesionista será que "nadie va a invertir en Cataluña". Ésta es la opinión de Carlos Espinosa de los Monteros, Alto Comisionado para la Marca España, que este miércoles en Madrid ha asistido a la presentación del estudio de Funcas Imagen y presencia exterior de España.
Espinosa de los Monteros ha pedido algo más de "optimismo" y recobrar el "orgullo" por todas las cosas buenas que puede ofrecer España y ha alertado de que la división no es buena para nadie, especialmente para aquellos que la alientan: "Lo que está claro es que, mientras no se aclaren las cosas, en Cataluña no se va a invertir. Esto ya pasó en Quebec. En los años 70, Montreal era un 50% más rica que Toronto, el centro económico de Canadá. Hoy, la economía de ésta última es el doble que la de aquélla. Es la consecuencia lógica de la incertidumbre. Nadie se plantea invertir en una zona que crea conflictos voluntariamente".
De hecho, en el estudio de Funcas se incluye una entrevista al propio Alto Comisionado, en la que asegura que "por mucho que se empeñen unos y otros, lo único que llega a conocerse es la Marca España. La marca Cataluña o Euskadi no se van a conocer nunca, es un esfuerzo estéril. Hay un viejo dicho en marketing que dice que el que tiene una marca tiene una marca, el que tiene dos marcas tiene media marca y el que tiene tres marcas no tiene ninguna marca".
Eso sí, Espinosa de los Monteros no se ha quedado en la polémica nacionalista y ha querido mandar un mensaje de esperanza para un país que ha definido como inundado de "pesimismo". Para recobrar un poco una visión algo más positiva, ha pedido que se destaquen los aspectos favorables, que los hay, especialmente en nuestra capacidad de atracción de talentos, animados por nuestro estilo de vida: "Somos el país que recibe más peticiones de Erasmus, el tercero en estudios de postgrado. Todos sabemos lo difícil que es devolver a su país a los directivos europeos destinados en España".
Por eso, aunque ha admitido que "España nunca ha estado en la Champions de la Economía", sí ha querido destacar que se mantiene en el puesto que le corresponde de forma natural: "En la segunda decena de un total de 200 países". Ahora, el objetivo es trabajar para que esa Marca España llegue a 2020 transmitiendo la imagen de un país "sólido económica y políticamente, confiable y con una capacidad tecnológica media-alta".
Por cierto, que en relación con la percepción de los españoles de su propio país, Espinosa de los Monteros ha puesto la lupa sobre el sistema educativo, del que ha denunciado que ha provocado que "la genta salga de la escuela sin saber nada de su país" algo por lo que no es extraño que luego "no sepan de qué tienen que sentirse orgullosos".
La Marca España
Lo cierto es que, desde hace unos meses, las preguntas sobre si existe una Marca España y sobre cómo nos ven en el extranjero son recurrentes en los medios de comunicación. El Gobierno, incluso, creó un Alto Comisionado para la Marca España (cargo que ocupa, sin cobrar por ello, Carlos Espinosa de los Monteros) con el objetivo de relanzar la imagen de nuestro país en el exterior, generar confianza entre los inversores extranjeros y subir un poco los ánimos en el interior, un poco decaídos en los últimos tiempos.
En esta línea se puede enmarcar la presentación de este miércoles del estudio de Funcas del que hablamos en este artículo. En el mismo, a través de una docena de trabajos de diversos especialistas, se estudia qué piensan los extranjeros de nuestro país, en cuestiones tan diferentes como la reputación global, nuestras multinacionales, nuestro sector turístico o la promoción de la lengua en el exterior.
La publicación, realmente interesante y merecedora de una difusión más amplia que la que suelen recibir los estudios académicos, recoge algunos datos muy curiosos: por ejemplo, que sólo un 25% de los alemanes tiene una opinión "muy o algo desfavorable" de España, algo que contrasta con el 54% de los españoles. También puede servir para el optimismo el hecho de que en un índice de reputación a nivel mundial nuestro país se sitúa en un muy digno 12º puesto, justo por detrás de Alemania y por delante de Irlanda, Japón o Reino Unido. Aunque hay una cierta desconfianza hacia nuestras instituciones económicas y políticas, en general los extranjeros tienen una imagen moderadamente buena de España, que se corresponde bastante con su situación en los ranking de desarrollo.