Todo apunta a que el 2013 va a ser un buen año para comprar casa pero malo para los que la desean vender. Como ya han apuntado varios organismos, los precios de las viviendas continuarán cayendo durante este año hasta llegar a equipararse a datos previos a la burbuja.
La agencia de calificación crediticia Fitch ha sido la última en anunciarlo. La agencia considera que el precio de la vivienda en España caerá un 15% más debido a las condiciones adversas de la economía española, según recoge en un informe sobre el mercado hipotecario residencial.
Los expertos aconsejan, según recoge el portal inmobiliario idealista.com, tener en cuenta varios aspectos a la hora de comprar una vivienda, como, por ejemplo, tener dinero ahorrado o saber que hoy en día es el comprador el que tiene la sartén por el mango y controla la negociación.
1- El comprador tiene la sartén por el mango y controla la negociación, con lo que puede conseguir el mejor precio posible por la vivienda. El descuento que se negocia puede llegar al 20%. Esta cifra es bastante importante si tenemos en cuenta que, debido a los cambios en materia inmobiliaria (fin de la desgravación por vivienda habitual e incremento del IVA en casa nueva), los precios se pueden incrementar hasta un 20%.
2- Es necesario tener dinero ahorrado. La banca hace tiempo ya que cerró el crédito y para poder comprar una casa sólo financian hasta el 80% del precio de tasación de la vivienda. Por tanto, es necesario disponer, como mínimo del 20% del precio. A esto hay que añadir los costes derivados del contrato de compraventa como escrituras, registro, notario...
3- Es importante tener en cuenta a la hora de comprar una vivienda que el banco con el que firmemos la hipoteca nos 'aconsejará' contratar un seguro de hogar, de vida además de tarjetas de crédito. Por eso hay que analizar todas las opciones que ofrecen las entidades.
4- Los pisos chollo, penalizados por Hacienda: en una vivienda usada se suele pagar, en líneas generales, un 7% del importe de compra que figura en la escritura correspondiente al impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) que marcan las comunidades autónomas. Sin embargo, a ojos de Hacienda, el piso chollo "sale caro". Cada comunidad autónoma tiene unas tablas de precios mínimos y sobre ellas calculan el ITP mínimo que tiene que pagar una persona cuando compra una casa. En caso de que el comprador abone un impuesto más alto no pasa nada, pero lo saca a relucir si considera que el precio de compraventa ha sido demasiado bajo y reclama su abono.