"Sin crecimiento no habrá solución para los problemas de España". Así se han expresado, este jueves, los principales expertos de la Fundación de Estudios de la Economía Aplicada (Fedea), que han evaluado en Madrid el primer año de Gobierno de Mariano Rajoy. Su análisis no es especialmente positivo: sí, reconocen que las grandes reformas emprendidas por el Gobierno marchan "en la buena dirección", pero apuntan a que se han quedado cortas y que queda mucho camino por delante.
La clave para Fedea está en el "crecimiento" esa palabra mágica que algunos políticos repiten a diario, como si su sola mención fuese a tener efectos inmediatos. Sin embargo, en su análisis el crecimiento no entra en contradicción con la austeridad ni está ligado al incremento del gasto público, sino a las reformas estructurales. Michele Boldrin, director ejecutivo de la institución, hacer recortes, no excluye hacer los cambios necesarios para que el país vuelva a la senda de la recuperación: "Todos los problemas a los que nos enfrentamos serían más fáciles de resolver si convencemos al mundo de que vamos a conseguir crecer".
O, dicho en otras palabras: cuando uno le debe mucho dinero a alguien (y España está en esa situación) debe tomar dos caminos paralelos que no son excluyentes, recortar los gastos superfluos e incrementar los ingresos. Y para cualquier país, la mejor manera de hacer esto último es a base de mejorar la competitividad, atraer capital extranjero, trabajadores cualificados y producir bienes y servicios que los demás países quieran comprar.
Para conseguirlo, Fedea ha puesto, de nuevo, deberes al Gobierno. El conjunto de reformas que España necesita y que no se han puesto en marcha:
Diagnóstico: "Sin crecimiento no habrá solución para los problemas de España. Y sólo creceremos si somos capaces de atraer capital e inversión. Esta cuestión debería ocupar una posición central en el debate. El crecimiento sólo puede venir si conseguimos eliminar los factores estructurales que lo hacen imposible".
Reformas:
- Hay que reformar la fiscalidad para atraer trabajo cualificado e inversiones. [El sistema fiscal debe] premiar el mérito y la productividad.
- Acabar con la dualidad y el abuso de la temporalidad
- Reformar y liberalizar las universidades
- Terminar el saneamiento del sector financiero
- Mejorar la eficiencia de los servicios locales y profesionales
- Mejoras en los organismos reguladores
- Facilitar la creación y consolidación de empresas
- Reformar el sistema de pensiones
El balance de Rajoy
Cuatro expertos de Fedea, Antonio Cabrales, Samuel Bentolilla, José Ignacio Conde-Ruiz y Michele Boldrin han analizado las cuatro grandes reformas emprendidas en los primeros doce meses del Gobierno del PP: laboral, sector financiero, educativa y de estabilidad presupuestaria.
Aunque se han resistido a poner notas, la reforma que más comentarios positivos ha generado en la presentación ha sido la laboral. Fedea apunta que "es pronto para hacer una valoración" completa, pero que hay algunos signos que permiten ser algo optimistas, especialmente en lo que hace referencia al mayor uso que hacen las empresas de las herramientas de flexibilidad de la nueva norma: así, el número de ERE suspensivos ha crecido un 70% y el de reducción de jornada un 66% (en otro momento, estos trabajadores habrían sido, directamente, despedidos). En el lado negativo, Bentolilla destaca que no se ha reducido la dualidad del mercado y que en lo que hace referencia a las políticas activas de empleo sólo se ha reducido el gasto, sin entrar en una modificación del sistema que asocie el cobro de prestaciones a la búsqueda real de un trabajo.
En lo que hace referencia a la reforma educativa, Antonio Cabrales también ha sido moderadamente optimista. En su opinión, mucho más importantes que las polémicas sobre catalán o religión es el cambio que plantea el Ministerio hacia un modelo que haga más énfasis en los aspectos que determinan el éxito de un sistema educativo: evaluación de los colegios, autonomía en la gestión de los centros, itinerarios más flexibles y FP dual, incentivos a los profesores que lo hacen bien. De hecho, es sobre este último aspecto sobre el que ha apuntado más dudas: "Nuestro sistema de selección y motivación de los profesores es muy mejorable".
En cuanto al cumplimiento de los objetivos de déficit, Fedea apuesta por que el conjunto de las administraciones públicas acabará el año entre el 7,3 y el 7,7% de descuadre, muy por encima del objetivo oficial del 6,3%, aunque el ministro de Hacienda y la UE ya han admitido que asumen que la cifra real no estará lejos del 7%. De nuevo, como en otras convocatorias, Fedea ha pedido la reforma integral de un sistema fiscal que está muy mal diseñado en su totalidad.
Por último, en lo que hace referencia al sector financiero, Fedea celebra que se haya dejado la estrategia de fusiones y se haya apostado por poner luz y taquígrafos en los balances de los bancos: "Ya sabemos quién es quién". Eso sí, creen que lo que se ha hecho no será suficiente y apuntan a que la Sareb tendrá "dificultades para atraer capital privado" y en que es un esquema que traslada "todo el riesgo para el contribuyente".