"Es una decisión que impone la realidad", dice Rajoy cuando Francisco Marhuenda y Carmen Morodo le preguntan si la no compensación de las pensiones con el IPC decidida este viernes por el Gobierno está impuesta por Bruselas. En este sentido, recuerda que "la Seguridad Social ha perdido casi tres millones de cotizantes y hemos tenido que recurrir al fondo de reserva para hacer frente a la paga de Navidad. "En estas circunstancias y ante la necesidad de cumplir nuestros compromisos pensamos que lo más razonable era suspender la compensación del IPC de este año y subir las pensiones más bajas un 2% el año que viene".
A lo largo de la entrevista, el jefe del Gobierno repite en varias ocasiones que "el año que viene será mejor que éste, también en materia de pensiones". Y pronostica que en 2013 "también habrá crecimiento negativo, pero será mejor. En 2014 ya habrá crecimiento positivo de la economía".
Tiene este convencimiento basándose en varios aspectos. Por un lado, reconoce que el sector privado en España está haciendo los deberes. También el público: "La sociedad española, las grandes empresas, la Administración Pública y los bancos se están desendeudando y eso siempre es un proceso complicado" ya que "durante muchos años" hemos "gastado demasiado y eso nos ha colocado delante de un proceso duro, difícil".
Culpa del problema que atraviesan las pensiones también a la "economía sumergida". "Es bueno que cada vez la gente viva más tiempo, pero para sostener el modelo hace falta que se mantengan las cotizaciones sociales y que no haya economía sumergida. Quien trabaja sin cotizar a la Seguridad Social está dañando el sistema de pensiones". Y por este motivo, justifica su "extraordinario esfuerzo para combatir todas las prácticas de fraude", aunque en la entrevista no aparecen preguntas sobre esas operaciones mediáticas de inspección fiscal que comienza a practicar la Administración Tributaria. En cualquier caso, dice que "lo realmente imprescindible es volver a crear empleo".
Sobre lo que más le angustia, dice que es "la situación económica y sus consecuencias en la vida de las personas" y es que, "gestionarlo en el día a día está siendo muy duro". También le preguntan por su llegada al poder y lo que en ella se encontró.
Herencia recibida e incumplimiento de programa
"No me esperaba un déficit público tan elevado... de la cifra real nos enteramos nada más llegar. Tampoco teníamos datos correctos del sistema bancario". Además, "nos pilló por sorpresa la enorme deuda que acumulaban algunas empresas públicas, sobre todo en Fomento y, por supuesto, la magnitud de las facturas que estaban guardadas en los cajones de muchas Administraciones Públicas".
En este sentido y preguntado por si sigue pensando que "el traspaso de poderes fue modélico", Rajoy contesta que "tengo que pensar que el Gobierno tampoco conocía la situación del déficit público. Pero lo que piense sobre eso ya da igual".
En cualquier caso, sobre la ruptura de sus compromisos electorales, dice que "todo el mundo, incluso quienes me critican, saben que sólo se puede salir de esta situación con mucho esfuerzo compartido. Y es que "no esperaba subir el IRPF, y en cuanto pueda lo bajaré. Tampoco contaba con tener que incrementar el IVA y, desde luego, hicimos todo lo posible para mantener la revalorización automática de las pensiones".
Sobre sus aspiraciones personales aclara que "como comprenderán, a estas alturas, las consecuencias políticas, en términos de interés particular, son mi última prioridad. Haré lo que tenga que hacer para sacar a España de esta situación".
Pese a que el desafío secesionista de Mas y el resultado de las elecciones, así como el cese del director de la revista Ejército no se mencionan en la entrevista, sí que se habla del posible rescate de Bruselas. Sobre este asunto, dice Rajoy que "si en el futuro entiendo que es bueno para el interés general, no tendré ninguna duda a la hora de recurrir al BCE".
Deberes
Sus prioridades son el control "del déficit público" mediante el expediente de "no gastar lo que no tenemos, hacer reformas estructurales, continuar con la reforma del sistema bancario y seguir trabajando para que en Europa se den pasos que sigan reafirmando el mensaje de que el euro es una moneda irreversible." Además, "hay que continuar avanzando en la integración europea y en la unión bancaria. Lo importante es que nosotros hagamos lo que tenemos que hacer y que Europa también lo haga".
En este sentido, destaca que "en el déficit exterior, la balanza comercial con la zona euro está en positivo". Y pronostica que "el año que viene la balanza por cuenta corriente estará en equilibrio después de que haya tenido un déficit del 11% sobre el PIB".
Así sus tres prioridades son "el control del déficit público, culminar la reestructuración del sistema bancario y que siga avanzando la integración europea."
De este modo, espera que se "recupere la confianza, que quien tenga dinero lo invierta, que vengan inversores extranjeros y que las entidades financieras puedan dar más crédito del que conceden en estos momentos", decía. Unas condiciones que según Rajoy son fundamentales para volver a la senda de crecimiento.
Sanidad
"No me gusta el euro por receta", dice tajante preguntado por esta medida, aunque "hay margen para hablar con Madrid y con Cataluña y lo estamos haciendo". Dice que nuestro objetivo es preservar una Sanidad universal y gratuita y no hemos adoptado ninguna medida que la ponga en riesgo".
Preguntado por las protestas de médicos, profesores, jueces o estudiantes, Rajoy contesta a la gallega, con otra pregunta: "¿Y es un problema social o ideológico que un Gobierno que no lleva ni un año haya pasado ya por dos huelgas generales?", dice. A lo que contesta: "Entiendo que los ciudadanos estén disgustados con las decisiones del Gobierno ¿cómo no voy a entenderles? Pero tienen que saber que si estamos tomando estas decisiones es porque no hay otra alternativa".