El Ministro de Economía, Luis de Guindos, presentó en julio la reforma de la legislación comercial que liberalizaba el sector. Los comercios españoles pueden abrir sus puertas al público siempre que quieran y no tendrán restringidos los periodos de rebajas en enero y en junio. Pero como es habitual, la decisión de aplicar la reforma del Ejecutivo la tienen los gobiernos autonómicos y algunas regiones han preferido ganarse la simpatía de los pequeños comerciantes que aplicar la ley.
Mientras en la Comunidad de Madrid los comerciantes ya pueden abrir las 24 horas del día y los 365 días del año, en otras, como Cataluña, han creado hasta su propio decreto ley para blindar su particular modelo de horarios comerciales. El portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, aseguraba que al tratarse de una "competencia exclusiva" de su Gobierno el decreto catalán pasa por encima del estatal.
El Gobierno catalán ignoraba así por completo los argumentos a favor de la liberalización del comercio minorista, como el aumento del empleo o el incentivo al consumo, y ha impedido a los comerciantes que operan en su territorio abrir sus comercios tal y como garantiza la normativa estatal. Pero desde entonces, los resultados económicos en las CCAA con más libertad de horarios han mejorado considerablemente en comparación con las regiones más restrictivas.
El mejor ejemplo es el de la Comunidad de Madrid, ya que entre julio y septiembre ha generado 7.658 empleos en el sector comercial, según los datos del INE, a diferencia de Cataluña que en ese mismo periodo ha perdido 4.608 puestos de trabajo. La Comunidad Valenciana también destruye 3.049 empleos y Andalucía 280.000, tal y como recoge Expansión.
Para "ponerse del lado del pequeño comerciante", Cataluña, Andalucía y Castilla y León han impuesto a los grandes comercios que solo puedan abrir hasta ocho domingos y festivos al año. En la Comunidad Valenciana se abren nueve días y en Murcia 10. La Comunidad de Madrid ha sido la primera autonomía en otorgar la libertad total en el sector.