Experimentar una sensación de déjà vu al leer noticias financieras no tiene nada de extravagante y, en gran parte, es debido a que el objeto de la noticia es el mismo perro pero con diferente collar. Incluso en uno de los ámbitos más exclusivos y selectos del mundo de la bolsa como es el High Frequency Trading (HFT) podemos constatar este hecho.
Antes de continuar, éstas son algunas de las características principales del HFT: la negociación de activos financieros por medio de herramientas automatizadas; pueden enviar miles de órdenes de compraventa en pocos segundos; esencia puramente cuantitativa; la puesta en marcha, implementación y mantenimiento son altamente costosos; las órdenes se mantienen por un breve lapso de tiempo; no son posiciones estratégicas en el capital de la sociedad cotizada.
Como podemos ver, el HFT es la vanguardia de la tecnología aplicada al trading. Sin embargo, algunas polémicas que suscitan su participación en bolsa llevan haciéndolo - con otros collares- desde hace por lo menos doscientos años.
Pongamos como ejemplo el siguiente titular: High-Frequency Trading Machines Favored Over Humans by CME Group, Lawsuit Claims. Podría traducirse así: "El Chicago Mercantile Exchange (CME) -el mercado de productos derivados más importante del mundo- favorece a las máquinas de trading de alta frecuencia sobre los humanos".
¿Qué cuenta la noticia? Recientemente, algunos traders del parqué de Chicago han organizado un grupo de interés para defender sus puestos de trabajo ante la progresiva sustitución, por parte del CME, de la negociación en corros.
El parqué (trading pit) del CME. En los mercados de corros las negociaciones son siempre entre intermediarios (broker/trader/dealer) y cara a cara.
¿Cuáles son las reclamaciones de los trabajadores? La argumentación central asegura que la entrada de los HFT repercutirá en la pérdida de puestos de trabajo. Pero no se queda ahí, ya que en su página web vaticinan consecuencias desastrosas, tanto para los clientes, como la supervivencia del propio mercado y los productos que negocian.
Suponiendo que esta vez fuese la primera que oye hablar del HFT, encontraría algunos patrones en la noticia que ha visto con anterioridad. Estamos ante un caso de Luddismo travestido, esto es, el avance en la tecnología y la implementación de maquinaria en los procesos productivos conlleva al aumento del desempleo, por lo que, en teoría, la entrada de máquinas no es deseable en el ámbito laboral. De nuevo, aplicando el análisis de Bastiat, sobre lo que se ve y lo que no se ve, la falacia que sustenta las reclamaciones de los corredores de bolsa de Chicago caerá por su propio peso.
En una lectura rápida de la noticia -lo que se ve-, comprendemos las implicaciones de la irrupción de los HFT: habrá despidos y, para muchos, su modo de ganarse la vida estará en peligro. La situación para este colectivo es angustiosa y es totalmente razonable y lógico que intenten luchar y mantener su modo de vida si no tienen forma de adaptarse ante los avances tecnológicos. Pero a pesar del desesperado escenario que tienen ante sí, los que no estamos afectados directamente deberíamos fijarnos en lo que no se ve.
En primer lugar, la dirección del Chicago Mercantile Exchange no toma esta decisión porque son unos malvados capitalistas sin escrúpulos, Más bien, lo hacen basándose en que las nuevas tecnologías aumentarán la producción, reducirán los costes y permitirán, por tanto, ahorrar capital para invertirlo, posteriormente, en el desarrollo de nuevas estrategias de negocio.
En caso de que estuviesen haciendo un análisis erróneo y que no fuese necesario ni deseable que el trading electrónico reemplazase a los traders de parqué, la competencia ganaría cuota de mercado hasta que, finalmente, los eliminase del negocio. No se puede negar que la dirección del CME también está tomando sus riesgos.
En segundo lugar, los corredores de bolsa confunden el significado -como buena parte de los políticos- de crear/destruir puestos de trabajo. En una economía de libre mercado, el empleo es siempre una variable dependiente, nunca un fin. La clave reside en la producción y, por ende, en la productividad. Y esta realidad no sólo se cumple en el campo de las finanzas. El sueño de cualquier estudiante es dedicarle el menor tiempo posible y, aún así, aprender y sacar mejores notas; el sueño de cualquier trabajador es trabajar menos y ganar más.
El karma mantener los puestos de trabajo y el mito del pleno empleo intercambian el medio –empleo- por el fin -productividad-. El pleno empleo no significa directamente riqueza para los individuos, así lo atestiguan los camboyanos que vivieron bajo el régimen de los Jemeres Rojos.
En tercer lugar, la tecnología es responsable de grandes mejoras en la contratación de activos financieros, siendo el trading electrónico más eficiente que la negociación de corros. Algunas razones:
- Profundidad: el libro de órdenes muestra a todos aquellos compradores y vendedores, los precios a los cuales están dispuestos a negociar y con cuanto volumen -excepción de órdenes iceberg y dark pools-.
- Rango de precios ilimitado: pueden ser colocadas órdenes fuera de la horquilla de negociación bajo la responsabilidad del Miembro de Mercado.
- Validez: las órdenes pueden tener validez más allá de la presente sesión, participar en subastas -apertura, volatilidad, cierre- e incluso cruzar operaciones fuera de hora.
- Autonomía: se reducen los intermediarios.
- Trading intradiario: de elevado coste en los métodos tradicionales.
- Auditabilidad: las órdenes son registradas de forma automática facilitando el trabajo de los Reguladores, Auditores y la información a los inversores.
- Spreads competitivos: la orden de compra más competitiva y la venta se aproximan, beneficiando tanto a unos como a otros.
En cuarto lugar, y más importante, estamos ante la enésima repetición del sofisma que refutó H. Hazlitt en Economía en una lección:
[...] la persistente tendencia de los hombres a considerar exclusivamente las consecuencias inmediatas de una política o sus efectos sobre un grupo particular, sin inquirir cuáles producirá a largo plazo no sólo sobre el sector aludido, sino sobre toda la comunidad.
Concluyendo, no debemos dejar que la difícil situación que están sufriendo los corredores de la bolsa de Chicago nos nuble la mente. Perpetuar la ineficiencia de cualquier sector productivo impidiendo la innovación tecnológica nos perjudica a todos en el largo plazo. El comercio es justo si es libre y, por tanto, el mal llamado comercio justo no es más que un pleonasmo. Por cierto, una pequeña contradicción de nuestros traders ludditas. Publicitan sus reclamaciones en una página web.
Rafa Paz es especialista en electronic trading. Máster en Mercados Financieros y Productos Derivados (BME). Si estás interesado en cómo funcionan los mercados bursátiles, puedes consultar todos los artículos del autor en su blog La Cantina del Trader . También puedes seguirle en Twitter o visitar su perfil en LinkedIn.