Desde que la familia Kirchner ostenta el poder de la República Argentina, cada año, cuando se presentan las declaraciones juradas de sus bienes ocurre lo mismo, la oposición exige que explique el origen de su fortuna. Y es que la familia peronista es el mejor ejemplo de que el poder enriquece.
Casas, apartamentos, hoteles de lujo en El Calafate (una de las zonas más turísticas de Argentina), coches y demás activos conforman un patrimonio que se ha incrementado desde 7 millones hasta 82 millones de pesos desde mayo de 2003 hasta finales de 2011.
El salario de la presidenta se ha más que duplicado en apenas cuatro años. En 2008, su primer año como presidenta, Cristina declaró como ingresos por su cargo 148.200 pesos, mientras que en la declaración de 2011 la suma ascendía ya a 331.805 pesos.
El mes pasado, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner percibió un salario de 69.586,90 pesos (unos 11.400 pesos), un 42,2% más que lo que recibía en enero de este mismo ejercicio según publica el diario Clarín. Además, la líder peronista se embolsa en condición de pensión de viudez del expresidentes Néstor Kirchner otros 44.090,5 millones de pesos según informa el mismo diario que cita a los datos de la Administración Nacional de la Seguridad Social argentina (ANSeS).
La presidenta de Argentina suele mostrar reticencias a mostrar al pueblo su salario y sus bienes y es complicado acceder a toda la información actualizada. En marzo de este año, tras una petición del diario argentino Clarín, la Secretaría General de la Presidencia publicó en su sitio en Internet los salarios de enero de la Presidenta y todo su gabinete.
Así se conoció que Kirchner había duplicado en apenas dos años su ingreso como Presidenta de la Nación y recibía por entonces 48.934, 62 pesos. A principios de este año se aprobó una subida del 21% a los salarios del sector público. No obstante, la presidenta logró, según el diario aplicarse un 42% de suba.
El secretario general de la presidencia, Oscar Parrilli, no ha tardado en salir a defender a su presidenta ante las investigaciones del diario pero no fue demasiado claro. Parrilli se limitó a decir que el aumento no había sido obra de la gracia presidencial sino que estaba ajustado a la "normativa vigente" y criticó, como ya el habitual al diario Clarín.