La gran banca estará en el banco malo. Al menos ésa es la convicción del Gobierno, porque todavía no hay nada oficial acerca de los inversores que finalmente entrarán en la Sociedad de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb). De hecho, en Economía van más allá y se muestran seguros de que no sólo serán capaces de cubrir sin ningún problema el porcentaje de inversión privada que requiere este organismo (por encima del 50%), sino que además lograrán atraer a compañías extranjeras en una cantidad significativa.
La solución a todos los interrogantes llegará pronto, aunque no tanto como se esperaba. La Sareb definitiva se constituirá antes de finales de diciembre. Para el 30 de noviembre que se había manejado hasta ahora sólo estará lista una sociedad instrumental preparatoria.
Un mes de 'infarto'
Lo que parece claro es que el próximo mes y medio será de auténtico infarto para los directivos de la recién creada sociedad. Como decíamos, el Real Decreto de constitución de la Sareb establece que el organismo debe estar operativo antes del 30 de noviembre. Sin embargo, el Gobierno ya ha asumido que no conseguirá cerrar el capital del banco malo para esa fecha. Aún existen muchos flecos y quedan apenas quince días.
Por eso, se ha optado por una solución que aunque es técnicamente correcta no cumple con las expectativas creadas. De esta manera, se constituirá una sociedad preparatoria para cumplir la ley y luego, a lo largo del mes de diciembre, se cerrará el grupo de inversores que formen parte de la Sareb. Eso sí, para antes de que termine el año es imprescindible que las entidades del Grupo 1 (las nacionalizadas: Bankia, Catalunya Banc, NovaGaliciaBanco y Banco de Valencia) hayan transferido sus activos inmobiliarios.
Nacionales y extranjeros
Economía prevé que la Sareb tendrá unos recursos propios de un 8% del total de sus activos. El Gobierno quiere dejar claro que no es una exigencia legal como los requisitos de capital de los bancos, sino "una medida de prudencia". De esta manera, como espera que los activos del grupo 1 estén alrededor de los 45.000 millones de euros, necesita captar unos 3.900 millones en recursos propios antes de final de año.
De este dinero, ya se sabe que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) pondrá algo menos de la mitad. De hecho, no puede llegar al 50% por una exigencia legal de que los privados sumen mayoría. En principio, este dinero, aunque lo adelantará el Tesoro, llegará del dinero del rescate bancario solicitado por España antes del verano.
En este escenario, los inversores privados tendrán que aportar unos 2.200 millones antes de que se produzca esa transferencia de activos del grupo 1. ¿Y quién pondrá ese dinero en el sector inmobiliario español en un momento como éste? Pues en Economía están convencidos de que tendrán muchos y buenos participantes. Los grandes bancos españoles, aquellos que están en el denominado Grupo 0 por tener su solvencia asegurada (Santander, BBVA, Caixabank, Sabadell, Kutxabank, Unicaja y Bankinter), estarán representados en la Sareb. En el sector financiero ya se da por hecho que de los cuatro grandes, sólo el BBVA no tiene asegurada su participación. Y en el Gobierno aseguran que su intención es que estén todos.
Pero además, en el Frob están convencidos de que conseguirán atraer inversores extranjeros. La idea sería que aportasen al menos un 10% del capital total ("unos 500 millones"). No es una "exigencia", pero en el Gobierno creen que aportaría "credibilidad" al organismo. Para conseguir todos estos objetivos, comenzará a trabajar con "cinco grandes bancos de inversión" el próximo lunes 19. Eso sí, incluso sin inversores extranjeros en Economía están convencidos de que conseguirían esos 2.200 millones.