El pasado 31 de octubre, España tenía 16.557.981 ocupados dados de alta en la Seguridad Social. En comparación con las cifras de los últimos años, es un dato preocupante, puesto que nos devuelve a niveles de 2003. De hecho, en comparación con diciembre de 2007, se han perdido más de 2,5 millones de ocupados (un 15% del total).
Evidentemente, esto es muy preocupante. Menos ocupados quiere decir menos trabajo, más paro, menos riqueza o menos producción. Y también menos cotizantes. Aunque es una cuestión ya conocida, no está de más recordar que nuestro sistema de pensiones está basado en un modelo de "reparto". A pesar de que el discurso de nuestros políticos en ocasiones parece indicar lo contrario, en un modelo de este tipo los trabajadores "no ahorran" durante su vida laboral para poder pagarse sus pensiones en el futuro. En realidad, lo que hacemos los afiliados españoles es pagar las pensiones actuales, con la esperanza de que otros nos las paguen en el futuro a nosotros.
Claro, el problema con un sistema así es que si el número de trabajadores cae, puede llegar un momento en el que sus cotizaciones no sean suficientes para pagar las pensiones. Los políticos siempre aseguran que el sistema es "sostenible" e incluso hablan de la famosa "hucha de las pensiones". Sin embargo, la crisis en la que está sumida España desde hace cinco años está a punto de llevarse por delante parte de este discurso.
Tal y como publicó Libre Mercado hace unas semanas, el sistema ha entrado en déficit estructural en 2010 y 2011. Esto quiere decir que con las contribuciones sociales que pagan cada mes los trabajadores no hay dinero suficiente como para pagar a todos los jubilados. Y si la tendencia que muestran los datos de los servicios públicos de empleo se mantiene, esto sólo puede ir a peor.
De acuerdo con las cifras del Ministerio de Empleo (ver cuadro), en España había en 2007, 19,2 millones de ocupados y 7,6 millones de pensionistas: por lo tanto, esto nos da una ratio de 2,53 trabajadores por pensionista. No era un nivel como para tirar cohetes. Por ejemplo, en 1970, a pesar de que la mujer aún no se había incorporado plenamente el mercado laboral, la ratio era de 5,5. Pero al menos ese 2,53 servía para mantener el edificio en pie, incluso aunque todo el mundo supiera que necesitaría una reforma en profundidad para mantenerse
Ahora, el nivel ha caído hasta el 2,03. Los ocupados han bajado en más de 2,5 millones mientras el número de pensionistas se incrementaba en casi 600.000.
Todos los estudios coinciden en que por debajo de 2, el sistema de la Seguridad Social es muy complicado de mantener en los términos actuales. Se sabía que en las próximas décadas, la ratio caería hasta el 1,5 y por eso se están introduciendo modificaciones en el modelo de pensiones, para que los trabajadores se jubilen cada vez más tarde y para que su pensión sea cada vez más baja. Pero lo que casi nadie preveía es que entrara en dificultades tan pronto.
Viendo los datos de las últimas décadas, habrá quien diga que en realidad no es tan grave, puesto que estamos en niveles similares a los que había en la década de los noventa. Pero las circunstancias sí que han cambiado. Las pensiones que se pagan ahora son mucho más altas que las que había entonces. Cada año, cae el porcentaje de no contributivas y sube el de las contributivas. Y los trabajadores que se jubilan ahora han cotizado más y normalmente cantidades superiores a las de hace dos décadas.