La canciller alemana, Angela Merkel, evitó este jueves desvelar los términos en los que se va a traducir la especificidad del caso de Irlanda, el alumno aventajado de entre los países rescatados de la zona euro, y si el gobierno de Dublín conseguirá que su banca sea recapitalizada directamente. "Estamos interesados en una culminación sostenible del programa de ajuste" de Irlanda, indicó Merkel, dejando entrever que está a favor de flexibilizar las condiciones para Dublín, pero sin especificar hasta qué punto.
La jefa del Gobierno alemán alegó, tras reunirse en la Cancillería con el primer ministro irlandés, Enda Kenny, que la renegociación de las condiciones del rescate a Irlanda es un asunto "prioritario" que se le encargó en junio a los ministros de Finanzas del Eurogrupo. Merkel agregó que confía "plenamente" en la decisión que consensúe el órgano liderado por Jean-Claude Juncker y abogó por "esperar" a sus conclusiones sobre Irlanda, país que describió como "excelente ejemplo" de consolidación y aplicación de reformas estructurales.
Europa entera, indicó la canciller, debe seguir la senda de Irlanda y "salir de la crisis más fuerte de lo que entró en ella", pero tampoco se olvidó de las dificultades que atraviesan los irlandeses a causa de los ajustes.
"Un caso especial"
Kenny, por su parte, subrayó ante los medios de comunicación que Irlanda es un "caso especial" y que así debe ser tratado, teniendo en cuenta sus "circunstancias únicas", repitiendo la terminología de comunicado conjunto que él y Merkel difundieron hace dos semanas.
Dublín consideró con este texto que Merkel veía con buenos ojos su pretensión de recapitalizar directamente a sus bancos -lo que liberaría de un importante lastre a las cuentas públicas del país-, pero a continuación Berlín matizó su posición frustrando las esperanzas irlandesas.
El portavoz del Ejecutivo, Steffen Seibert, negó entonces que Irlanda fuese a recibir un "trato especial" en la recapitalización de su sistema bancario, pese a ser un caso "específico", y recordó que las inyecciones directas a la banca sólo serán posibles a partir de 2014, una vez que entre en marcha el supervisor financiero común. Según analistas alemanes, la canciller teme que las concesiones que haga a Dublín -por su avezado cumplimiento del programa de ajustes y reformas- se tengan que ampliar después, en nombre de la equidad, a todos los demás países acogidos a un programa de ayuda financiera: Grecia, Portugal y España.
Agravios
Además, indican que Irlanda se siente agraviada porque a estos tres países ya se les han flexibilizado las condiciones: a Grecia con la renegociación de los rescates, y a España y Portugal, con la concesión de un año extra para cumplir los límites de déficit.
Kenny indicó que Irlanda cuenta con regresar a los mercados financieros en 2014 y que si Berlín diese su aprobación -a la recapitalización directa- estaría enviando "un mensaje no sólo para los irlandeses, sino para el conjunto de la eurozona". El primer ministro aseguró que una "mayor claridad" ayudaría a Irlanda a financiarse, y que todos los países deben "trabajar de forma constructiva para traer la sostenibilidad" a la eurozona.