Un año después de su llegada a Fráncfort para tomar el timón de un barco a la deriva, el presidente del BCE, Mario Draghi, no ha resuelto los problemas del euro, pero sí ha marcado el camino que, según él, restablecería la credibilidad en la moneda común. La fórmula, recogida este fin de semana en una entrevista con el semanario Der Spiegel, tiene acento alemán y consiste en dar más poderes a Bruselas para evitar que se repitan los desmanes de los países del Sur.
El discurso del italiano, calcado al repetido por Merkel a modo de letanía en los últimos años, brinda, además, "apoyo explícito" a las propuestas del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que, días antes de la última cita de jefes de Estado y de Gobierno, presentó la Europa de cuentas claras soñada por Berlín. Convencido de que "lo que falló en el pasado fue la ausencia de reglas", Draghi advierte a los Gobiernos que "deben comprometerse a mantener sus políticas financieras y económicas en orden".
Y ello implica ceder soberanía a Bruselas. Si Berlín propuso que un súpercomisario pudiera tumbar presupuestos, Draghi apoya la propuesta y, además, aclara que "los Gobiernos ya perdieron soberanía hace mucho tiempo". "Parece una paradoja, pero es cierto: sólo cuando los países de la zona euro estén dispuestos a compartir soberanía a nivel europeo, ganarán soberanía", argumenta.
El discurso del italiano, calcado al repetido por Merkel a modo de letanía en los últimos años, brinda, además, "apoyo explícito" a las propuestas del ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que, días antes de la última cita de jefes de Estado y de Gobierno, presentó la Europa de cuentas claras soñada por Berlín. Convencido de que "lo que falló en el pasado fue la ausencia de reglas", Draghi advierte a los Gobiernos que "deben comprometerse a mantener sus políticas financieras y económicas en orden".
Y ello implica ceder soberanía a Bruselas. Si Berlín propuso que un súpercomisario pudiera tumbar presupuestos, Draghi apoya la propuesta y, además, aclara que "los Gobiernos ya perdieron soberanía hace mucho tiempo". "Parece una paradoja, pero es cierto: sólo cuando los países de la zona euro estén dispuestos a compartir soberanía a nivel europeo, ganarán soberanía", argumenta.
Sin embargo, y pese a la sintonía con las propuestas germanas, Draghi rebate las críticas a su plan de compra de bonos: "Sencillamente, no podíamos quedarnos sentados sin hacer nada", ataja. Además, secunda la queja del Gobierno español al señalar que "no hay razón para que España pague intereses tan altos". En la entrevista, Draghi tampoco se olvida de deslizar alguna amenaza a Alemania. "Si no resolvemos la crisis del euro, todos pagaremos el precio, empezando por los contribuyentes alemanes", avisa.
Durante la entrevista, Mario Draghi sale más de una vez en defensa de su programa para aliviar la deuda de países en apuros. En respuesta a las punzantes preguntas que le plantea el periodista, Draghi defiende el término "ilimitada" para referirse al plan de compra de bonos. "Elegí el término ‘ilimitado’ para indicar claramente a nuestra determinación para defender el euro", asegura. "Pero ilimitado no significa descontrolado; al contrario, sólo compraremos bonos de aquellos países que acepten estrictas condiciones y revisaremos cuidadosamente si las cumplen", argumenta en un intento de hacer pedagogía entre el descontento contribuyente alemán.
Durante la entrevista, Mario Draghi sale más de una vez en defensa de su programa para aliviar la deuda de países en apuros. En respuesta a las punzantes preguntas que le plantea el periodista, Draghi defiende el término "ilimitada" para referirse al plan de compra de bonos. "Elegí el término ‘ilimitado’ para indicar claramente a nuestra determinación para defender el euro", asegura. "Pero ilimitado no significa descontrolado; al contrario, sólo compraremos bonos de aquellos países que acepten estrictas condiciones y revisaremos cuidadosamente si las cumplen", argumenta en un intento de hacer pedagogía entre el descontento contribuyente alemán.
El "súpercomisario", uno de veintisiete
Para que se pudiera crear un súper comisario con los poderes que propone Berlín y secunda Fráncfort, desde la Comisión Europea recuerdan que sería necesario abrir un debate importante y acometer cambios en los tratados e incluso en algunas constituciones nacionales, toda una proeza en una Europa que sueña con reiventarse.
Con todo, diversas fuentes europeas admiten que, desde el estallido de la crisis, "ya se han dado pasos en esa dirección". Es decir, que ya el año pasado, con la aprobación de seis controvertidas propuestas sobre gobernanza económica, por ejemplo, Bruselas se ha arrogado poderes para multar a los países que no cumplan sus compromisos de reducción de déficit y consolidación fiscal.
No obstante, el Ejecutivo comunitario rechaza las críticas de quienes deducen que un "súper comisario" con poderes como los que propone Berlín podría hacer y deshacer a su antojo los presupuestos nacionales. "Las decisiones en la Comisión Europea se toman de forma colegiada, entre veintisiete, y no por un comisario, por muchos súper poderes que tuviera", matizó un portavoz en rueda de prensa este lunes.
Con todo, diversas fuentes europeas admiten que, desde el estallido de la crisis, "ya se han dado pasos en esa dirección". Es decir, que ya el año pasado, con la aprobación de seis controvertidas propuestas sobre gobernanza económica, por ejemplo, Bruselas se ha arrogado poderes para multar a los países que no cumplan sus compromisos de reducción de déficit y consolidación fiscal.
No obstante, el Ejecutivo comunitario rechaza las críticas de quienes deducen que un "súper comisario" con poderes como los que propone Berlín podría hacer y deshacer a su antojo los presupuestos nacionales. "Las decisiones en la Comisión Europea se toman de forma colegiada, entre veintisiete, y no por un comisario, por muchos súper poderes que tuviera", matizó un portavoz en rueda de prensa este lunes.