La red social Twitter está que arde desde hace días. Primero fue Paula Vázquez y su enfado descomunal por publicar ella misma por error su número de teléfono y hacer públicos después los móviles de las personas que le acosaban. Más tarde, Mariló Montero y su particular teoría sobre los trasplantes de almas. Tal fue el revuelo recubierto de mofa el que se armó, que la presentadora de TVE decidió disculparse.
Hoy, jueves, la noticia es otra. "Amancio Ortega dona 20 millones de euros a Cáritas". ¿Dónde está el problema?, se preguntarán. Pues lo hay para ciertos sectores de la izquierda, desde donde se critica este gesto del fundador de Inditex bajo los sesudos argumentos de que crea empresas, y por tanto puestos de trabajo, en países desfavorecidos como India, Turquía o Marruecos, en vez de invertir aquí. Y que a los empleados que trabajan en fábricas españolas los tiene absolutamente "explotados".
Como máximo exponente de este pensamiento en Twitter y Facebook está la escritora Lucía Etxebarría, que bajo el título "No es Zara todo lo que reluce: ¿qué hay detrás de una donación millonaria?", hace toda una disertación sobre la obra de Amancio Ortega. Etxebarría comienza puntualizando que no ha sido el empresario gallego el que ha donado personalmente los 20 millones a Cáritas, "sino su fundación". Y "las fundaciones, como muchos sabéis, se suelen crear para desgravar a Hacienda". Es un pensamiento muy lógico, porque seguro que el tercer hombre más rico del mundo está disfrutando mientras piensa en cómo va a desgravarse un 25% de 20 millones (5 millones) en su próximo IRPF.
Después, la escritora desvela que ella "vestía casi exclusivamente de Zara" hasta que se enteró de que era un 'explotador'. "Hasta que me dijeron que en países como Marruecos, China, India, trabajan niñas de 8 años como esclavas para Inditex". Así que se pasó a la competencia. Unas afirmaciones que no demuestra Etxebarría, que además no menciona cómo ha mejorado la vida de las mujeres que trabajan para Ortega.
"También cuentan que en Galicia la ropa de Zara la cosen las manos de más de 60.000 mujeres. Que estas mujeres hacen jornadas laborales de más de 12 horas. Que no ganan más de 500 euros al mes. Que las despiden si se quedan embarazadas. Que se dejan la piel, las manos y los ojos cosiendo en talleres clandestinos sin luz natural y mal ventilados y que no pueden levantarse de la máquina ni para ir al baño. Dicen que la mayoría trabaja sin contrato y, por tanto, sin seguridad social", afirma la escritora. De nuevo, no demuestra nada y difama a un empresario que da empleo a más de 92.000 personas (el 45% en España).
Etxebarría concluye su alegato contra Amancio Ortega diciendo que "es el tercer hombre más rico del mundo. Su fortuna asciende a 38.000 millones de euros. La donación no viene directamente de las cuentas de don Amancio, sino desde una fundación. La donación supone una publicidad enorme para Inditex, dado que la noticia ha saltado a todos los medios. Estas donaciones, como todos sabemos, desgravan impuestos". Y se pregunta: "¿ Qué hago? ¿ Vuelvo o no a comprar en Zara?".
Ya en su Twitter, la escritora incide en estos argumentos. "Si Amancio Ortega hubiera empleado esos 20 millones en montar guarderías para sus empleadas, por ejemplo, no le habría desgravado a Hacienda" o "si quieres darme de comer un día, dame un pez. Si quieres darme de comer todos los días, enséñame a pescar". Se le olvida de nuevo que Amancio Ortega "enseña a pescar" a 92.000 personas cada día (sólo en empleos directos).
"Si los empresarios (Ortega entre otros) no deslocalizaran fábricas, quizá no haría falta Cáritas. Donde hay equidad no hace falta caridad", sentencia. Es decir, que Ortega da trabajo a miles de personas en algunos países pobres y es un miserable capitalista que "deslocaliza". Cabe deducir que la escritora también estará en contra de que empresas extranjeras den trabajo en España.