La directiva europea de bienestar porcino costará a España de 600 a 800 millones en adaptaciones de más de 50.000 explotaciones e implicará el cierre de miles de granjas -7.000 según algunos cálculos-, que no podrán reconvertirse. Así lo han indicado fuentes del sector que, en algún caso, anticipan desabastecimiento y mayores precios por la caída de la cabaña.
Bruselas ya obligó a las explotaciones creadas a partir de 2003 a que las cerdas permanezcan en grupos desde las cuatro semanas de gestación, obligación que extenderá a todas las granjas construidas antes de esa fecha a partir del 1 de enero de 2013.
La Unión Europea (UE) también plantea habilitar mayores espacios para alojarlas y sustituir millones de rejillas o "slabs" de los solados. La exigencia supone cambiar, en todo el proceso, instalaciones para 2,20 millones de cerdas, con un coste de 300 euros por animal, cuando según el sector no hay evidencias científicas de que el alojamiento compartido mejore el bienestar de las gestantes y teme que haya más peleas entre los animales y mayor número de abortos.
En España ya se ha 'normalizado' el 70% de las explotaciones, según el director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), Miguel Ángel Higuera, quien ha subrayado a Efeagro "el esfuerzo titánico" para adaptarse al 95% este año. España conservará su segundo puesto europeo en el sector del porcino, tras Alemania, pese a los temores de que Dinamarca, Holanda, Reino Unido y Suecia se vieran beneficiados, según el director de Anprogapor, que cuenta con 3.000 socios y el 80% de la producción.