La economía griega se contraerá un 3,8% en 2013, lo que supondrá su sexto año consecutivo de recesión, según el borrador de presupuestos que este lunes presentó el Gobierno griego ante el Parlamento. Esta caída del PIB será inferior a la prevista para 2012, del 6,5%, a pesar de que tanto Atenas como la troika habían vaticinado que este año no superaría el 5%. Se prevé que la tasa de desempleo aumente hasta el 24,7% frente al 23,5% de media estimado para este año.
El Gobierno de Atenas pretende reducir el déficit público desde los 19.500 millones de euros (9% del PIB) con que se prevé acabará este año, hasta los 13.300 millones (6,6% del PIB) en 2013. Parte de ese déficit está generado por el pago de servicios de la deuda, ya que sin éste el déficit público quedaría en 2.800 millones en 2012 (1,4%), e incluso se lograría un superávit primario (antes del pago de intereses) del 1% en 2013.
Para ello, los Presupuestos contemplan un recorte adicional del gasto público próximo a los 7.800 millones de euros así como nuevas subidas de impuestos, con el objetivo de cumplir el plan de ajuste de 13.500 millones exigido por la troika. De esos 7.800 millones, Atenas recortará las pensiones en 3.800 millones y los salarios públicos en 1.100 millones, así como menores gastos en asistencia sanitaria, educación y defensa.
Deuda pública del 182%
Durante la presentación de las cuentas, el viceministro de Finanzas, Jristos Staikuras, afirmó que estos presupuestos "marcan el gran esfuerzo" del Gobierno para "estabilizar las finanzas públicas", "crear las condiciones para que comience de nuevo la producción" y "asegurar la sostenibilidad de la deuda pública".
Sin embargo, la evolución de la deuda no mejora notablemente en las previsiones del Gobierno, ya que terminará 2012 con un valor de 343.230 millones de euros, el 170,8% del PIB, mientras que al término de 2011 se situó en el 171,1% del PIB. Y ello a pesar de que la pasada primavera se llevó a cabo una quita de 100.000 millones de euros de las cuentas de deuda griegas. Para 2013, está previsto que la deuda aumente hasta el 182,5% del PIB, por lo que, según explicó recientemente Staikuras a Efe, el Gobierno estudia retrasar los plazos de vencimiento de los bonos helenos en manos del BCE.
Este aplazamiento, puntualizó el viceministro, no comportaría una quita similar a la realizada la pasada primavera. El Gobierno planea también pagar todas sus deudas con el sector privado, que, según recientes datos del Ministerio de Finanzas, alcanzan los 6.500 millones de euros. "Sólo de este modo la economía griega podrá entrar pronto en el virtuoso ciclo de estabilidad financiera y crecimiento y podrá generar condiciones a medio plazo que garanticen la dignidad y el crecimiento a todos los ciudadanos griegos", afirmó Staikuras.