Alemania está perdiendo la paciencia con España. Así titula Bloomberg uno de los artículos que ocupan la portada de su edición digital y que se hace eco de las últimas declaraciones de Michael Meister, portavoz financiero del partido de la CDU de la canciller Angela Merkel. El político germano afirma tajante que el presidente español, Mariano Rajoy, debe "explicar cuál es la situación [...] Rajoy tiene evidentemente un problema de comunicación. Si necesita ayuda debe decirlo".
El Gobierno se sigue mostrando reticente a solicitar el rescate soberano después de que el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, presentara su nuevo programa para comprar deuda pública de los países en dificultades. Desde entonces, la prima de riesgo española ha caído con fuerza desde los 500 puntos básicos hasta el nivel de los 400. Por el momento, el Ejecutivo se limita a señalar que sigue estudiando las condiciones del rescate y que todavía no ha tomado una decisión definitiva al respecto.
Según Meister, la prioridad de Madrid en estos momentos "es recapitalizar la banca". Además, el político germano confía en que las reformas llevadas a cabo sean suficientes para que España arregle su economía y restablezca el equilibrio presupuestario. Pese a ello, señala que Alemania está "abierta" a un rescate total para España, aunque éste conllevaría estrictas condiciones presupuestarias y económicas, ya que "el Parlamento alemán no aceptaría no hacerlo".
Sus declaraciones contrastan con las del ministro de Finanzas germano, Wolfgang Schaeuble, que el pasado viernes aseguró que la economía española no necesita un rescate además de la ayuda acordada para su sistema bancario, ya que el país está en la senda "correcta" para recuperar la confianza de los mercados.
Por su parte, Erik Nielsen, economista jefe de UniCredit en Londres, señala que Rajoy "necesita asumir el estigma inevitable que acompaña al rescate". Sin embargo, Gianfranco Polillo, subsecretario de finanzas de Italia, señaló la semana pasada que tras la sustancial caída de los costes financieros que han registrado España e Italia en las últimas semanas es poco probable que ambos países soliciten el rescate total, a menos que las primas de riesgo vuelvan a dispararse.