El Tribunal Constitucional Federal de Alemania ha autorizado con condiciones la participación de Alemania en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), así como el tratado de disciplina presupuestaria, dejando vía libre a la entrada en funcionamiento del mecanismo de rescate permanente.
No obstante, en su veredicto el Constitucional germano impone la condición de someter a la aprobación del Bundestag cualquier participación de Alemania que excediera de 190.000 millones de euros.
Asimismo, el Tribunal exige que las dos cámaras del Parlamento alemán sean informadas sobre cómo se emplean los fondos de este mecanismo permanente de rescate.
La entrada en vigor del MEDE estaba prevista inicialmente para el pasado mes de julio, pero al necesitar la ratificación por parte de al menos el 90% de sus participantes, no podía estar operativo antes de que Alemania se pronunciara al respecto.
El retraso de la ratificación alemana se debió a decisión del pasado mes de julio del Constitucional germano de analizar en profundidad las reclamaciones para aplicar medidas cautelares presentadas por distintas agrupaciones sociales, euroescépticos y el partido 'La Izquierda' que denunciaban que la adhesión a estos tratados suponía una cesión de soberanía que exigiría la revisión del texto constitucional germano al debilitar la capacidad de supervisión del Parlamento alemán respecto al dinero de los contribuyentes alemanes.
La primera reunión del MEDE será el 8 de octubre
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, convocará la primera reunión de la directiva del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) el próximo 8 de octubre en Luxemburgo, coincidiendo con la reunión de ministros de Economía de la zona euro.
El también primer ministro de Luxemburgo tomó nota de "todos los elementos de la sentencia" y expresó su deseo de que se complete todos los procedimientos pendientes para la puesta en marcha del fondo de rescate permanente de la eurozona.
La decisión del Tribunal Constitucional germano sella el compromiso de todos esos países de la UE, menos Reino Unido y la República Checa, con la disciplina presupuestaria.
"Ambos tratados representan un paso importante hacia una mayor integración fiscal y económica y una mejor gobernanza de la zona euro. Son parte de nuestra estrategia global para reforzar las perspectivas de sostenibilidad fiscal y el crecimiento en la zona euro", destacó Juncker.
El pacto fiscal no entrará en vigor hasta que doce Estados miembros lo hayan ratificado, lo que no será antes del 1 de enero de 2013, tal y como recordó el presidente del Eurogrupo.