Y finalmente será en Madrid, tal y como ha decidido el millonario propietario de Las Vengas Sands, Sheldon Adelson, aunque todavía no se sabe su ubicación exacta: Valdecarros, Alcorcón o Paracuellos.
La fuerte personalidad de Sheldon Adelson, el multimillonario que dirige Las Vegas Sands y posee la mayor parte de sus acciones, ha causado que la propia empresa quede un tanto fuera de foco y, sobre todo, que se olvide que se trata de una de las mayores compañías del mundo del entretenimiento y, sin duda, la más grande en el ámbito de los casinos.
Así, Las Vegas Sands tiene en estos momentos un valor en bolsa cercano a los 40.000 millones de dólares. Una comparación útil para que se hagan una idea más ajustada de lo que eso significa nos la ofrecen las dos siguientes compañías más importantes del mundo de los casinos: MGM y Wynn, cuya capitalización bursátil conjunta es... la mitad de esos 40.000 millones.
Otro aspecto que hay que resaltar es que se trata de una compañía que, obviamente, está sometida al control de la SEC, el organismo regulador de los mercados bursátiles americanos, pero quizá todavía más importante: también está sometida al sin duda más férreo control de la Comisión del Juego de Nevada, el más que estricto organismo que controla la actividad de los casinos instalados en Las Vegas y que, en el caso de las grandes multinacionales, incluso controla las actividades que estas compañías desarrollan fuera de EEUU.
Así será Eurovegas
Hasta ahora han aparecido muchas informaciones sobre el proyecto, no pocas de ellas contradictorias entre sí, por lo que este periódico se ha puesto en contacto con una de las personas que mejor conoce el proyecto en nuestro país: el presidente de PromoMadrid, Jesús Sanz.
PromoMadrid es una empresa pública destinada a la promoción económica de la Comunidad de Madrid en el exterior y ha sido a través de ella como se han mantenido las relaciones habituales con Las Vegas Sands. Jesús Sanz nos confirma algunos datos alrededor del proyecto que ya se habían hecho públicos, aunque habitualmente se han reflejado en los medios sin demasiada exactitud.
Por ejemplo, la magnitud total del proyecto ha transcendido, pero quizá no con todos los detalles: una vez terminado (allá por 2022) tendrá doce hoteles de al menos 3.000 habitaciones cada uno, todos de cuatro o cinco estrellas. Esto supondría una docena de edificios de unas 40 alturas.
Para que nos hagamos una idea del tamaño de cada uno de ellos estableceremos algunas comparaciones: el conocido Gran Hotel Bali de Benidorm, el más alto de Europa, tiene 776 habitaciones; el que es probablemente el mayor hotel de Madrid, el Auditorium, "sólo" tiene 869; por último, el que pasa por ser el mayor establecimiento hotelero de nuestro país, el Lopesan Costa Meloneras de Gran Canaria, tiene 1.136 habitaciones, es decir, poco más de una tercera parte.
Además de los hoteles habrá un gran centro de convenciones y otros equipamientos: por supuesto no menos de media docena de grandes casinos, pero también teatros, dos campos de golf (quizá más, dependiendo del espacio disponible) y un gran pabellón deportivo.
Para poner todo esto en marcha será necesario invertir la astronómica cantidad de 17.000 millones de euros, lo que lo convertirá en "la mayor inversión privada de la historia de Europa", según recalca Sanz.
Eso sería, por supuesto, una vez se complete el proyecto, que se desarrollará en tres fases: la primera, con un plazo de ejecución asombrosamente corto y que contaría con cuatro hoteles, estaría lista en 2016; la segunda llegaría en 2019, con cuatro establecimientos más; la última completaría la docena en 2022.
Referente para Europa
El aspecto de Eurovegas que más impacto ha tenido en los medios han sido los casinos, pero en los negocios de Sheldon Adelson el juego es sólo una parte de un pack, que tiene muchos más ingredientes, especialmente el turismo de congresos e incentivos, que es un elemento sustancial. De hecho, esa fue la gran revolución que Adelson aportó al modelo de negocio de Las Vegas y que el magnate resume en una frase en la entrevista de Forbes ya citada: "Llenar con hombres de negocios entre semana y con turistas el fin de semana".
Así, Eurovegas podría tener un poderoso aliado en IFEMA, con la que se esperan grandes sinergias. De hecho, según los planes que el propio Adelson ha transmitido a la Comunidad de Madrid, se crearían infraestructuras para congresos y reuniones de empresa, pero no para ferias, pues para eso ya están las de la institución ferial madrileña.
Algunas cifras
El impacto económico del proyecto ha sido otro de los datos que más interés han despertado. Algunas cifras son realmente impactantes, sobre todo en la situación actual de la economía española. Así, según los cálculos desarrollados por la Comunidad de Madrid, Eurovegas podría suponer la creación de 260.000 puestos de trabajo entre directos e indirectos.
En términos de riqueza económica los datos no son menos impactantes: si Eurovegas logra desarrollarse completamente en Madrid podría significar un crecimiento del PIB de la comunidad de un 4,5% por ciento. Para el conjunto de España, y es de suponer que esto vale tanto si la elegida es Madrid como si lo es Barcelona, el impacto de Eurovegas podría suponer un incremento del 0,9% del PIB nacional.
Y es que, según las proyecciones de Las Vegas Sands, el complejo atraería a cinco millones de visitantes extranjeros, lo que en el caso de Madrid supondría duplicar el número de turistas foráneos que la región recibe actualmente, además de que no sólo tendría su propia capacidad de atracción sino que sería un complemento perfecto a la oferta turística y cultural que ya tiene Madrid. Jesús Sanz resume este impacto con una frase muy gráfica: "Eurovegas cambia la dimensión de la economía madrileña".
Qué no es Eurovegas
La magnitud del proyecto, sus especiales características y el aura mítica y no siempre positiva de Las Vegas han hecho aparecer muchas informaciones a su alrededor no siempre exactas y, en algunas ocasiones, interesadamente tergiversadas.
Por ejemplo, desde PromoMadrid se desmiente tajantemente que Las Vegas Sands haya presentado entre sus exigencias una larga serie de exenciones fiscales o un estatuto laboral especial para el complejo: "No pide un paraíso laboral ni una isla fiscal", desmiente con rotundidad Jesús Sanz.
Sí es cierta, por el contrario, otra de las reivindicaciones del magnate Adelson que han llegado a la prensa: que se pueda fumar en los casinos. Esto, al fin y al cabo, no haría sino repetir lo que ya ocurre en la propia Las Vegas, donde está prohibido fumar en todos los recintos comunes como los restaurantes, pero no en los propios casinos. "Y eso que Estados Unidos nos lleva mucha ventaja en lo que a legislación contra el tabaco se refiere", recuerda Sanz.
Del mismo modo, serían necesarios algunos cambios en la legislación urbanística, pero no es algo que deba sonar tan extraño, tal y como nos recuerda el presidente de PromoMadrid: "Es un proyecto singular que, por tanto, tiene necesidades singulares, pero no es la primera vez que ocurre algo así. Ya se ha hecho en París con Euro Disney, en Cataluña para instalar Port Aventura, e incluso se hizo en Aragón para el proyecto que surgió en Los Monegros".
Por cierto, que planes fracasados como aquél o el que se pensó en Ciudad Real son otra de las rémoras de Eurovegas en la opinión pública, que recuerda esos proyectos y cree que éste podría correr una suerte parecida. Por eso es tan importante recordar una diferencia fundamental: en aquellos casos se trataba de promotores que tenían que captar posteriormente inversores; ahora "promotor e inversor son la misma empresa", tal y como asegura Jesús Sanz.
Hay al menos tres desmentidos importantes más que remarcan desde la Comunidad de Madrid: el primero, que Las Vegas Sands haya pedido dinero público o avales de algún tipo, lo que es "rotundamente falso". Probablemente, la única ayuda que pedirá la compañía son 25 millones de euros (de un total de 17.000) del Banco Europeo de Inversiones.
El segundo, que se esté pidiendo suelo público y gratuito: no sólo eso sino que Adelson y sus empresas tendrán que entenderse directamente con los propietarios, ya que la Comunidad de Madrid no está ni haciendo de intermediario ni mucho menos acumulando suelo para el proyecto.
Y el tercero, que es la conclusión de los anteriores: Eurovegas no le costará ni un euro al contribuyente de forma directa. Obviamente, sería necesario reforzar algunas infraestructuras, pero los terrenos que se están barajando ya están razonablemente bien comunicados y, por tanto, las inversiones no serían muy cuantiosas.
Por ejemplo, el área de Valdecarros ya tiene muy cercana una estación de Metro y está también junto a infraestructuras viarias como la M50, la M45 y la M31, además de estar no muy lejos de la propia M40.