Alberto Recarte ha vuelto este jueves a su cita semanal con los seguidores de Es la Noche de César. El economista y consejero de Libertad Digital ha respondido a las dudas sobre la situación económica que le han planteado los oyentes de esRadio.
- ¿Va a ser España totalmente rescatada?
Si por "totalmente" significa un rescate como el que han tenido Grecia, Irlanda y Portugal, la respuesta es no porque, entre otras cosas, no hay dinero. En segundo lugar, a fecha de hoy, yo creo que ese rescate total no es necesario. Este año la financiación que la falta al sector público para completar sus necesidades, probablemente, sea de 40.000 ó 50.000 millones de euros.
Una parte de ese dinero puede salir, sin ninguna duda, del sistema financiero español. Por tanto, a lo mejor para este año estamos hablando de unas necesidades externas de 5.000, 10.000 ó 20.000 millones, una necesidad de financiación exterior que, como no va a ser cubierta por fuentes privadas, podría suponer un primer rescate.
El año que viene es más complicado. Entre vencimientos de deuda y necesidades nuevas de financiación del déficit público -si finalmente nos acercamos al objetivo del 6,3%-, el sector público va a necesitar, por lo menos, entre 180.000 y 200.000 millones. De esa cuantía, quizá la mitad la va a volver a financiar el sector bancario español ,y para la otra mitad, probablemente, no va a haber financiación privada extranjera y, por tanto, ahí sí será necesaria una intervención de las instituciones europeas. Y eso va a ser un rescate, un rescate parcial.
Si somos estrictos, es un rescate total, pero muy diferente al que han tenido Grecia, Irlanda y Portugal por una razón: la intervención del BCE, que en el último año ha incrementado su financiación a la banca española de un promedio de 60.000-70.000 millones a finales del año pasado a más de 400.000 millones ahora... ¿Eso es un rescate o no? Yo creo que en parte sí lo es, es un rescate privado -no del estado-, es un rescate del sistema financiero español.
O sea que estamos ya en esa situación en la que a España no la financia nadie desde el exterior y el único que financia es el BCE. Por una parte, estamos siendo rescatados privadamente -el sector financiero español- y, por otra, públicamente, hasta ahora todavía con nada. El año que viene ya veremos de dónde sale la mitad de la financiación que precisa el sector público.
- ¿Cuáles serían las consecuencias de un rescate para España?
Hasta ahora yo era mucho más negativo respecto a las consecuencias del rescate de lo que lo soy ahora mismo, porque cuando he visto las condiciones que pone la UE para recatar al sistema financiero español me parecen bien prácticamente todas las medidas, y son las medidas que debería haber adoptado el Gobierno español a principios de año, cuando tomó posesión.
El rescate del sector financiero asegura la solvencia, transparencia y saneamiento de todo el sector financiero y pone unas condiciones enormemente estrictas para otorgar ese dinero a la banca... Si el rescate del que estamos hablando ahora [total] tiene unas condiciones parecidas, si son lógicas y rigurosas, se pondrá de manifiesto la incapacidad del Gobierno español para hacer lo que tiene que hacer, para sanear el sistema público español. En este campo, confío más en las instituciones europeas que en las españolas.
- Algunos economistas, como Krugman en EEUU y otros en España, propugnan frenar el ritmo de recortes e incluso aumentar el gasto público. ¿Sería la solución?
Yo creo que no. La prueba la tenemos en que el año pasado el déficit fue del 9% y tuvimos un crecimiento ridículo. Eso hace que ahora tengamos que pagar muchos intereses. Krugman es un inconsciente.
- ¿Seguirá España el camino de Grecia o el de Irlanda?
En lo económico estamos siguiendo el camino de Irlanda, incluso haciendo cosas mejor que ellos. Pero en lo político tengo la impresión de que el Gobierno, con sus políticas, puede perder las elecciones, y el PSOE también, y si esto nos aboca a una amalgama de partidos podemos sufrir un fracaso político a lo griego, un desgobierno.
- ¿Saldrá Grecia del euro después del informe de la troika en octubre?
Lo lógico es que sí salga del euro, pero se les acaba de dar otra oportunidad. Vamos a ver si los políticos griegos son capaces de tomar las medidas que tienen que tomar y convencer a la troika.
- ¿Es el banco malo un buen instrumento para facilitar la rápida liquidación del ladrillo que acumulan los bancos?
No me gusta el sistema. No es un banco, es una sociedad anónima que va a ser el titular de todos esos activos malos, pero lo importante no es el sistema sino sanear los balances de los bancos. Si se hace bien, la banca española, a mediados del año que viene, va a ser la más saneada de Europa, lo cual no quiere decir que vaya a tener liquidez para conceder créditos. Sólo elimina uno de los problemas.
- Si España saliera del euro, ¿cuáles serían las consecuencias para el país? ¿Y para Europa?
Sería una tragedia para España y para Europa. Nuestros datos están mejorando rápidamente. Las variables económicas así lo demuestran, las exportaciones muestran datos mejores que en Reino Unido. Estamos alcanzando el equilibrio en diversas variables económicas. La competitividad que habíamos perdido la estamos recuperando a gran velocidad. Ésta es la cara positiva, la oculta es la incapacidad del sector público para controlar su gasto.
- ¿En qué ha fallado este gobierno para no poder evitar el rescate?
En no tener un plan coherente desde el principio. Las medidas tomadas, en general, son correctas, pero se han tomado a destiempo. No ha habido ningún plan. Retrasaron la toma de decisiones por las elecciones andaluzas... La reforma del mercado laboral es la más importante que ha hecho este Gobierno, pero el resto vienen impuestas desde Europa.
- ¿Por qué se retrasa tanto la reforma eléctrica del PP? ¿Es verdad que Montoro puede tener un conflicto de intereses?
No sé quién tienen conflicto de intereses y quién no, pero cada mes que pasa la deuda del déficit de tarifa aumenta en 500 millones de euros. La reforma toca intereses de muchos inversores en compañías eléctricas y es una decisión complicada, pero su aprobación está llevando un tiempo desmesuradamente largo.