Ha estallado una nueva guerra abierta en el seno del Banco Central Europeo (BCE). El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, podría seguir los pasos de su antecesor en el cargo, Axel Weber, y de Jürgen Stark, y dimitir de su puesto en el BCE debido a sus discrepancias respecto a la compra de deuda pública de países periféricos por parte de la entidad, según publica este jueves el diario alemán Handelsblatt.
Weidmann sigue enfrentado al presidente del BCE, Mario Draghi, sobre la continuidad del polémico programa. Hace escasos días, Weidmann cargaba contra la posibilidad de que el BCE siguiera comprando deuda pública de socios poco solventes, en una clara referencia a España e Italia, y Draghi respondió el miércoles enfatizando la necesidad de adoptar "medidas excepcionales" para resolver la crisis del euro. Esta pugna interna ha disparado el riesgo de que, finalmente, Weidmann abandone su cargo al igual que ya hicieron en su día Weber y Stark, precisamente, por estas mismas razones.
Weidmann fue el único consejero del BCE que votó en contra de la posibilidad de comprar deuda en la reunión de principios de agosto. Los banqueros centrales aliados tradicionales del Bundesbank, como los de Finlandia u Holanda, votaron a favor. Incluso el otro miembro alemán del consejo del banco, Jörg Asmussen, se ha mostrado a favor de las intenciones de Draghi.