No hay dos sin tres. A la brutal subida de impuestos aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy a finales de 2011 –incrementando el IRPF y la fiscalidad sobre el ahorro, entre otras figuras- y al reciente aumento puesto en marcha el pasado julio -con la subida del IVA, Impuestos Especiales y tasas- se le podría sumar en breve un nuevo alza fiscal para poder alcanzar el objetivo de déficit del 6,3% del PIB fijado para este ejercicio. Y ello, con la vista puesta en un rescate total del país, cuya solicitud se podría producir el próximo septiembre.
Antes de formalizar la petición de ayuda, el Ejecutivo quiere asegurarse de que está en disposición de cumplir con el objetivo de déficit, y para ello "es muy posible que se tomen medidas mucho más drásticas de las que en estos momentos tenemos", según revela un miembro del Gobierno, informa este lunes el diario El País. Entre éstas, se sopesa una nueva subida de impuestos y la congelación de las pensiones públicas.
"La evolución del gasto, con los recortes que hemos hecho, más o menos la tenemos clara; lo que no sabemos es cómo van a ir los ingresos", admiten en el Gobierno. En la primera mitad del año la cosa no fue bien: en conjunto, los ingresos impositivos descendieron un 3,5% en tasa anual, muy lejos de lo previsto para 2012 (aumento del 4,3% anual).
El Ministerio de Hacienda informará al Ejecutivo sobre la evolución de la recaudación tributaria durante los meses de verano, y "si los ingresos siguen cayendo, probablemente habrá que volver a subir los impuestos y volver a recortar el gasto, aunque aquí ya prácticamente no se puede tocar más", añaden dichas fuentes. En concreto, en su editorial, el diario de Prisa señala que el ministro de Economía, Luis de Guindos, piensa que "ya no queda margen para nuevos recortes de gasto", lo cual significa que los ajustes extra tendrían que venir por el lado de los ingresos.
Así, el Gobierno podría optar por eliminar la deducción por vivienda con carácter retroactivo (unos 6.000 millones de euros) o la desgravación por aportaciones a planes privados de pensiones (2.000 millones); imponer el céntimo verde no sólo al gas sino también a los combustibles; volver a subir Impuestos Especiales (alcohol, tabaco...); o implantar nuevas tasas medioambientales, entre otras opciones. Ya no se descarta nada.
Mientras, por el lado del gasto, el Ejecutivo baraja tocar las pensiones, hasta ahora una línea roja para Rajoy. "El único gasto que queda por tocar es el de las pensiones", reconoce el miembro del Gobierno. Sobre el tapete, la nueva reforma del sistema público de pensiones que está elaborando el Ejecutivo para adelantar el retraso de la edad de jubilación a los 67 años y aplicar el denominado factor de sostenibilidad, por el cual se podría variar la cuantía de la pensión y su revalorización anual en función de la coyuntura económica y la evolución de la esperanza de vida. Es decir, Rajoy podría optar por congelar las pensiones en 2013, tal y como en su día aprobó el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
"Aunque la prima ha bajado, la sensación no es ni mucho menos de que esto haya mejorado. La tensión es la misma. Estamos muy preocupados", admiten en el seno del Ejecutivo.