Las obras hidráulicas del Ministerio de Medio Ambiente acumularon durante ocho años un sobrecoste de 1.531 millones respecto al presupuesto inicial de adjudicación. Así lo ha descubierto el actual ministro, Miguel Arias Cañete, según un informe al que El País ha tenido acceso. El documento, que analiza más de 1.200 expedientes de contratación entre 2008 y 2012 concluye que existe un 29% de media de desviación en los proyectos de obra hidraúlica.
La teoría dice que este sobrecoste se produce por "modificaciones" en los proyectos, que permiten que si surgen imprevistos en la obra pública, se pueda seguir sin un nuevo proceso de adjudicación. No obstante, en el sector se asume que esta práctica se ha convertido en un truco más que habitual, y que permite que las constructoras vayan a los concursos con ofertas a la baja. Después presentan las modificaciones a la Admnistración, encareciendo el proyecto. Según el diario de Prisa, Miguel Arias-Cañete ha comunicado su intención de acabar con esta práctica a las patronales del sector.
Con la Ley de Economía Sostenible aprobada en 2011 ya se intentó atacar a este sobrecoste. Con ella, se fijó que el procedimiento de los ‘modificados’ no podía encarecer el proyecto inicial más de un 10%, y otro 10% extra en mediciones de la obra una vez terminada.
En total, de los expedientes analizados por Medio Ambiente hasta el 5 de julio (que incluyen contratos de la Dirección General del Agua, de las confederaciones hidrográficas y las sociedades estatales del agua) se ha producido dicho sobrecoste de 1.531 millones de euros, todos contraídos por una "una desviación económica, entendida la misma como la diferencia entre el importe de adjudicación del contrato y el importe finalmente pagado".
La Dirección General del Agua es el organismo con mayor desviación, lo que según el texto se explica por la "tipología de las obras que se acometen". Embalses, principalmente. Además, se citan varias de las obras que más ‘modificados’ han incluido: el recrecimiento el embalse de Yesa (165,87 millones extra), la presa de Castrovido (115,95 millones más) y el embalse de Enciso (59 millones extra).
En abril, el ministro Arias Cañete ya se refirió a estos sobrecostes en el Congreso de los Diputados. El popular se refería a las obras públicas, y citaba el caso de "el festival de los reformados en las adjudicaciones de obra, y algún día compareceré para contarlo y para que puedan ver la diferencia. Porque en una presa puedo entender los reformados, siempre pueden moverse los pilares; pero en una desaladora, no los entiendo".