Uno de los indicadores que tradicionalmente más se ha manejado para valorar el nivel de vida de una sociedad ha sido la venta de automóviles. Las del mes de julio, per cápita, han retrocedido hasta niveles de los primeros años 80 del pasado siglo, se hallan por debajo de las de finales de los años 70 y al nivel del año 1972.
Esto lo podemos ver en el siguiente gráfico, en el que se usan valores corregidos de variación estacional. En julio las ventas han sido 52.649 turismos, es decir, poco más de 1.000 turismos por millón de habitantes. Dicho de otra forma, sólo algo más de uno de cada mil españoles ha comprado un automóvil el pasado mes, apenas un tercio de lo que veíamos durante el apogeo de la burbuja.
En el siguiente gráfico podemos ver las ventas de camiones, que se encuentran también en valores mínimos desde que comenzó la crisis, aunque en este caso la pérdida de ventas ha sido aún peor, ya que se vende sólo la quinta parte de camiones que durante los máximos de la burbuja (-79%). El nivel de ventas es inferior al del inicio de las estadísticas que publica la Dirección General de Tráfico (1975).
Este hecho refleja la enorme sobrecapacidad acumulada durante la burbuja así como las dificultades crediticias de las empresas de transporte de mercancías por carretera (muchos de ellos autónomos), dado que la reducción de las ventas es muy superior a la caída del transporte de mercancías, algo que vemos en el siguiente gráfico. El tonelaje transportado ha bajado un 25,5% mientras que las matriculaciones de camiones lo han hecho un 77,5%.
La matriculación de autobuses es mucho más volátil, pero aun así está claro que la tendencia vuelve a ser muy negativa en los últimos meses. En julio se ha bajado de las 100 unidades matriculadas (dato corregido de estacionalidad) por primera vez desde 1981, lo que indica también los grandes problemas de las empresas privadas del sector, así como de las empresas municipales. El valor que se representa en el gráfico -media móvil anual- refleja claramente ese debilitamiento del mercado.
Por último, la matriculación de motocicletas también se encuentra en una pésima situación, con 8.592 matriculaciones en julio, un 70% por debajo de los máximos de la burbuja, a pesar de que se debería esperar un trasvase de ventas de automóviles a motocicletas por sus menores consumos y precios de adquisición.