El sector financiero español no ha estado en cabeza de los rankings de popularidad en los últimos años. La explosión de la burbuja inmobiliaria y la contracción de la actividad económica de los últimos años han puesto a prueba los balances de las entidades hispanas. Algunas, incluso, no han podido resistir y Bankia, Novagaliciabanco o Catalunya Caixa son un buen ejemplo de las consecuencias de los desmanes.
Sin embargo, el sambenito de falta de solidez que cuelga sobre el conjunto del sector y que ha tenido un efecto desastroso también en la economía real, a la que ha secado el crédito, podría tener los días contados. Según un informe de Goldman Sachs, a finales de este año los grandes bancos españoles serán los más saneados de toda Europa.
El banco de inversión norteamericano ha analizado cómo de preparados están las entidades europeas para enfrentarse a la unión bancaria que se vislumbra en un horizonte cada vez más cercano. Según todos los indicios, antes de fin de año las autoridades del Viejo Continente habrán puesto en marcha el proceso de homegeneización. De hecho, una de las obsesiones del Gobierno español es acelerar el trámite, para que el dinero del rescate a las entidades bancarias pueda ir directamente desde los fondos europeos a los bancos, sin pasar por las cuentas públicas.
Para las entidades de toda Europa, este proceso implicará una serie de requisitos de liquidez o capital muy exigentes. Esto es lo que ha medido Goldman, cómo están de preparadas las entidades para enfrentarse a los nuevos límites. En opinión de los autores del informe, "los bancos españoles serán los que menos impacto sufran" por la entrada en vigor de las novedades normativas.
De hecho, en la clasificación que hace con hasta 23 grandes grupos europeos en función de su capacidad para adaptarse a estos requisitos, los tres primeros puestos los ocupan Santander, Popular y BBVA, con Bankinter y Sabadell en el quinto y sexto lugar (La Caixa y Banesto no figuran en el ránking absoluto pero también están en los primeros puestos en las tablas parciales en las que se les incluye).
La razón de esta clasificación, aparentemente sorprendente, hay que buscarla en los reales decretos aprobados por el Gobierno este año para el saneamiento del sector financiero. Según el informe, los bancos españoles "no lo harían mejor" que los europeos si no se hubieran incorporado al análisis los mecanismos de cobertura incluidos en la normativa aprobada en los últimos meses (los conocidos como Guindos 1 y 2).
El resumen es que, aunque sea duro (y lo será), los decretos del Gobierno permitirán a los bancos españoles encarar los próximos ejercicios en una situación de solvencia envidiable. Incluso, aunque se admite que algunos podrían tener que acudir a la ayuda pública para cumplir todos los requisitos. Algo que tanto el Santander como el BBVA no necesitarán hacer en ningún caso, según el documento.
De esta manera, lo normal sería que el sector financiero pase un año 2012 muy complicado, en la búsqueda de esas provisiones que le den el saneamiento exigido. Pero también sería lógico que esta situación cambie poco a poco desde finales de este año y el flujo de crédito se recupere, con las benéficas consecuencias que eso tendría para toda la economía española.