El Gobierno tiene "preparada" una "reforma impositiva" para gravar todas las fuentes de generación eléctrica, si bien el impuesto será "progresivo" para que las tecnologías que reciben más "subsidios" contribuyan más, anunció el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, en los Cursos de El Escorial.
"En cuanto a los ingresos, lo que hay preparado es una reforma impositiva para gravar todo tipo de generación con todo tipo de tecnología, sobre la base de un impuesto que grave como hecho imponible la generación, y que tenga como base imponible la cuantía que se vende, así como un tipo progresivo para que haya una mayor relación en la imposición en comparación con el subsidio que pueda recibir cada tecnología", anunció el ministro.
Soria no citó expresamente las tecnologías fotovoltaicas y termosolar, que son las que más primas reciben por megavatio hora producido y que a priori serían las más afectadas por esta medida. No obstante, recordó que el Tribunal Supremo avala posibles recortes de primas, si bien el Ejecutivo ha optado por una reforma "vía impuestos" y no por un recorte directo de la retribución. De este modo, y puesto que recortar la primas renovables con carácter retroactivo podría generar problemas de inseguridad jurídica, el Ejecutivo penalizará con impuestos más altos a las energías renovables más caras -como la solar-, lo cual podría provocar el cierre de numerosas plantas.
Además, aseguró que, de no aplicarse estas medidas, el recibo de la luz tendría que encarecerse un 80% y el déficit de tarifa aumentaría a un ritmo anual de "entre 6.000 y 6.500 millones de euros". Adicionalmente, Industria también fijará una tasa a la generación de energía nuclear e hidráulica.