Mariano Rajoy se enfrenta a una de las semanas más decisivas desde que es presidente, y el Partido Popular no ha tardado el tiempo y ya defiende claramente los ajustes más dolorosos, como la subida del IVA o un importante recorte de empleados públicos. Y todo, insistió María Dolores de Cospedal, porque el Ejecutivo se ha comprometido a cumplir con los objetivos de déficit público, extremo que acatará sin cortapisas.
La secretaria general del PP partió de la base de que las administraciones públicas no son “empresas de colocación”. Y a sus ojos lo ocurrido es inaceptable, dando el dato de que en los últimos diez años se haya elevado un 20% el número de empleados públicos. “No es normal”, exclamó, avanzando que ésa será una de las medidas que el Consejo de Ministros aprobará el viernes.
Por primera vez, el partido que sustenta al Gobierno también dio por descontada la subida del IVA. Incluso Cospedal la utilizó en su exposición inicial, como una medida dura pero irrenunciable. “El PP va a apoyar todas las reformas que presente el Gobierno para ayudar a España a salir de la crisis”, afirmó, no sin recordar la “nefasta gestión heredada del anterior Gobierno” que obliga “a hacer cosas que no le gustaría hacer y una de ellas es la subida de impuestos”. “Si el Gobierno sube el IVA es por una circunstancia excepcional, lastrada por una deuda enorme heredada del anterior Gobierno”, remató.
Sobre los ajustes reclamados a las comunidades autónomas -este jueves hay una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera en este sentido-, Cospedal afirmó que “hay más margen” para realizarlos, si bien admitió que en algunos casos es “pequeño” como en Castilla-La Mancha, donde ya apenas quedan empresas públicas. “El esfuerzo hay que hacerlo en su conjunto, para cumplir con el objetivo de déficit y posibilitar así la vuelta del crecimiento”, incidió.