En lo que hace referencia al déficit público, el Gobierno de Mariano Rajoy ya no tiene más margen. Los números rojos del Estado alcanzaron en el mes de mayo 36.364 millones de euros en términos de Contabilidad Nacional, lo que equivale al 3,41% del PIB.
Hay que recordar que el límite negociado con Bruselas para España es del 5,3%, que se divide entre un 3,5% para el Gobierno central, un 1,5% para las autonomías y un 0,3% para las administraciones locales. Por lo tanto, con ese 3,41% la Administración Central apenas tiene una décima de colchón para los últimos siete meses del año.
El Ejecutivo ha puesto todo su capital político en el objetivo de déficit. Frente al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, irresponsable e incumplidor, Rajoy siempre se ha presentado con un presidente fiable, que hará volver a España a la senda de la consolidación presupuestaria y la disciplina fiscal, para volver a ser un socio serio de la UE. Cinco meses después de su llegada a La Moncloa, su margen se reduce a una décima del PIB: poco más de 1.000 millones de euros. Ésa será la anchura de la cuerda floja en la que se moverá hasta final de año.
En términos homogéneos
Desde Hacienda, el número que se resalta es el del déficit en términos homogéneos, que cuenta las entregas a cuenta a las comunidades autónomas. Desde el punto de vista contable tiene cierto sentido, puesto que se supone que el Gobierno ha dado dinero a cuenta a las administraciones territoriales para que estas puedan ir adelantando sus pagos. Luego, el Estado compensará con la recaudación de tributos que en teoría deberían ir a parar a los gobiernos regionales.
El problema es que, incluso si se leen las cifras en términos homogéneos, como quiere el Gobierno, la situación es muy preocupante. En ese caso, el déficit equivaldría al 2,38% del PIB frente al 2,56% de 2011. Esto supone una caída de 0,18% en cinco meses, cuando el objetivo para todo el año es una reducción de 1,6 puntos (de 5,1% a 3,5%). De hecho, en mayo ya se ha superado con creces la mitad de ese 3,5% previsto para todo 2012, aún admitiendo esta contabilidad.
Además, hay que destacar que éstas son sólo las cifras del Gobierno central, que en los últimos años ha sido el más cumplidor en esta materia. Ahora queda por saber lo que están haciendo las comunidades autónomas. Si los ejecutivos regionales no están logrando ceñirse a sus presupuestos, la situación de España -con la prima de riesgo por encima de 500 puntos, un rescate bancario de 100.000 millones en negociación y todos los ojos de Europa puestos sobre sus cuentas públicas-, sería crítica.
La secretaria de Estado de Presupuestos, Marta Fernández Currás, se ha agarrado a estos datos en términos homogéneos en su rueda de prensa. En su opinión, "el déficit del Estado ha iniciado una senda descendente" que el Gobierno espera ver "acentuada" en lo que queda del año, para así cumplir con los objetivos de déficit público. En su opinión, la mayoría de las medidas de consolidación fiscal previstas por el Gobierno aún no habrían tenido efecto, como es el caso de una parte de la subida del IRPF, la modificación en el pago fraccionado de Sociedades y los efectos de la regularización extraordinaria de activos ocultos.
Lo imprevisto
El déficit acumulado hasta mayo es el resultante de unos gastos no financieros en términos de contabilidad nacional de 68.072 millones de euros (algo más que los 61.031 millones de 2011) frente a unos ingresos no financieros que ascendieron a 31.708 millones (33.017 millones en 2011). Lo primero estaba previsto, especialmente en lo que tiene que ver con las transferencias a las comunidades autónomas. Lo que no estaba en los planes es que la recaudación fuera inferior a la de un año antes, incluso tras las subidas de impuestos aprobadas por el Gobierno nada más llegar a La Moncloa.
En este sentido, Currás ha destacado que por el lado de los gastos el comportamiento está siendo "conforme a lo presupuestado", ya que el Estado hace el esfuerzo que "corresponde a un momento dificilísimo".
Además, Currás ha subrayado que la caída de ingresos es "coherente" con la situación económica de gran dificultad que vive el país, a lo que se añade que se están agilizando el ritmo de devoluciones en prácticamente todos los impuestos. Así, el adelanto de transferencias a otras administraciones se acerca a los 9.000 millones de euros y las mayores devoluciones de impuestos suponen más de 1.600 millones más de lo habitual.
- IRPF: la recaudación alcanzó los 30.124 millones de euros, un 0,8% más que hace un año; es la primera tasa positiva en lo que llevamos de año.
- Sociedades: ha caído un 8% hasta los 3.572 millones, una mala evolución -según el Gobierno- como consecuencia de una mayor agilización de las devoluciones, junto a una menor recaudación por retenciones de los intereses de la deuda pública.
- IVA: ha disminuido un 10,1%, hasta los 22.782 millones, como consecuencia de la atonía del consumo, junto al mayor esfuerzo en devoluciones.
- Impuestos especiales: han disminuido un 2,8%, hasta los 7.466 millones, Hacienda lo relaciona con el "acaparamiento de tabaco previo a la subida de precios", así como al descenso de 7,2% en el impuesto de Hidrocarburos.