El aquelarre actual con las primas de riesgo de España e Italia. que aunque gobernada por tecnócratas tiene su prima de riesgo en 450, no nos olvidemos, es debido al eventual abandono o mas bien expulsión del euro de los griegos. En Bruselas ya están esperando el golpe que vendrá de los mercados ante un resultado mas que previsible de las elecciones griegas, y por ello los 100000 millones de adelanto en forma de crédito blando a España.
Los inversores internacionales no quieren seguir comprando deuda de paises que consideran poco fiables aunque estén respaldados por el BCE, esto es algo que llevamos viendo desde hace 3 años. La solución perfecta para ellos sería la segregación de los paises poco fiables y una union europea de 2 velocidades, sencillamente por la simplificación que ello supondria a la hora de evaluar riesgos.
Colorida descripción de lo que ocurrirá con el rescate de Bruselas Sr Domínguez. Pero creo debería Ud. hacer docencia no meramente describiendo los efectos indeseados de este rescate, sino denunciando la vergonzosa falta de voluntad política del Sr Rajoy para que la ayuda de Bruselas a su establishment político incorregible, no sean “las 100000 penitencias” como Ud. extrañamente define a la ayuda inmerecida de gobiernos serios y austeros. .
Es lógico que ” cualquier otro acreedor deberá ponerse a la cola” pero debería Ud aclarar que no existiría cola alguna de acreedores de deuda soberana, sino cola de ahorristas deseosos de invertir en España, si sus políticos hubiesen hecho bien sus deberes en los últimos diez años.
El PP continúa dejando el Leviatán intacto, con sus absurdas autonomías y su inmoral duplicidad no solo de gastos administrativos sino de folklórica corrupción.
Ningún inversor pondrá un solo euro en España si su presidente continua diciendo casi con infantil solemnidad : “Las autonomías no se tocan” y en medio de una crisis sin precedentes, prioriza un partido de futbol a la necesaria explicación parlamentaria que tanto sus ciudadanos, como sus generosos acreedores europeos merecen.
El Gobierno del PP lo ha conseguido.
Traicionó a sus votantes, poniendo en práctica un programa que estuvo repudiando en los tiempos de la oposición.
Fue deslegitimado por ello en dos elecciones regionales.
Formó un gobierno con un ex-gestor de Lehman y un ministro de Hacienda que sólo abre la boca para subir o anunciar nuevos impuestos y tasas de todo tipo. Sin olvidar las CCAA del PP, como la de Madrid y sus tasas y peajes.
Con un país en el que los principales indicadores económicos se desfondaban con rapidez, sólo se le ha ocurrido retirar dinero de los bolsillos de los contribuyentes, el resultado está ahí: camino de los 6 millones de parados y una recaudación cuyo desplome sólo se evitará subiendo más impuestos...para hundir el país para varias generaciones.
El ahorro consistía en meter en cintura a las CCAA, ya dijo Rajoy claramente que eso no se tocaba, y se eso no se toca no hay forma de resolver el déficit con 6 millones de parados y sin crecimiento.
Como no hay forma de resolver el déficit en estas condiciones, ya estamos en plena insolvencia. Insolvencia que podrá ser la quiebra en cuestión de semanas...o de días.
La única esperanza sería la bajada contundente de los precios del petróleo.
Aparte de salirse del euro, lo único que puede hacer el Presidente para no terminar de destrozar la vida de millones de personas, es cambiar el Gobierno.
Un Vicepresidente económico de prestigio internacional, que sepa de lo que habla y que acabe con la bicefalia en estas materias. La inclusión de ministros independientes que representen otras alternativas políticas para ampliar la base social. Y este nuevo Gobierno debería reasumir las competencias de Sanidad, Educación y Empleo con rapidez, cancelar la locura de la subida de tasas y recortes en las becas, porque eso nos dejará sin matemáticos, físicos y sin ingenieros, y no servirá más que para ahorrar el chocolate del loro, y quizás ni eso si la retirada de alumnos se lleva el dinero de las matrículas.
Claro que la mejor solución ahora mismo es la dimisión de Rajoy y la recuperación de Aznar como Presidente durante los tres años que quedan de legislatura.
El Gobierno se ha equivocado en todo, ha fracasado en todo, cada día que pasa es un paso más hacia el abismo.
Rajoy ganó con un programa que no ha puesto en práctica y el resultado es el desastre. Debe dimitir o deben echarle.
Vayamos pues con la solución: más libertad y menos Estado. Cualquier otro “remedio” será peor que la enfermedad, porque apelar a la estupidez de los del norte para que terminen pagándonos la factura es puro pensamiento desiderativo; eso no va a ocurrir, señor Domínguez, seamos realistas, vale ya.
Más libertad y menos Estado. La única alternativa sería salir del euro, no el vicio nefando de la mítica ayuda europea a fondo perdido que nos malcría y pervierte, por mucha tontería keynesiana que alguno se invente a ver si cuela. Como creo que sólo los más irracionales se apuntarían al retorno a la peseta, la única salida es más libertad y menos Estado. Que se haga por las buenas o mediante intervención depende de la valentía de esta basura de gobierno que tenemos. Y eso es to…eso es to…eso es todo, amigos.