El comisario de Competencia y vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, dice que España cobrará al menos un interés del 8,5 % anual a los bancos a los que rescata porque así lo exige la normativa comunitaria.
En una entrevista con Efe, Almunia ha explicado que la ayuda que ha solicitado el Gobierno español para sanear su sistema financiero, y que se canalizará a través del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), se considera una "inversión" del Estado.
Si los bancos a los que España inyecta fondos salen adelante, el Estado ganará dinero mientras que, si a pesar de esa inyección las entidades no mejoran, el FROB perderá dinero.
Por eso, Almunia ha insistido en que las inyecciones de capital deben servir para "enderezar la salud de las entidades", que tendrán que contar con un modelo de negocio viable y estarán obligadas a acometer una reestructuración.
Así, al cabo de cierto tiempo, cuando se noten los efectos positivos de la reestructuración en la cuenta de resultados del banco rescatado, el valor de las entidades aumentará.
El comisario europeo ha recordado que esto es lo que está sucediendo con algunas entidades que fueron nacionalizadas en otros países hace tres o cuatro años, lo que permitirá a los estados recuperar la inversión hecha incluso con ganancias.
Es algo que no hay que descartar en absoluto, ha añadido Almunia, quien ha explicado que el FROB podrá hacer llegar la ayuda europea a los bancos españoles con la compra directa de acciones o a través de bonos convertibles contingentes ("cocos", en el argot financiero).
Si la inyección de capital se hace mediante la compra de acciones, el valor de estos títulos determinará que el Estado recupere antes o después su inversión y puede ir recibiendo dividendos si la entidad está en beneficios.
En el caso de que la ayuda europea a las entidades se haga llegar a través de la compra de "cocos", el Estado recibirá un interés fijo anual por esos instrumentos de capital hasta su desinversión. En este caso, el interés mínimo que ha aceptado la Comisión en casos anteriores ha sido 8,5 %, ha destacado el comisario.
Las normativas comunitarias de ayudas estatales exigen que los bancos que reciben ayudas contribuyan al coste de su propia reestructuración y que, por tanto, el estado reciba una remuneración adecuada por estas ayudas.
En declaraciones a EFE, Francisco Uría, socio responsable de Sector Financiero de KPMG en España, se ha manifestado en el mismo sentido que Almunia, al asegurar que, por razones de competencia, las ayudas deben prestarse a la banca "en condiciones de mercado", es decir a "un coste superior al fijado para la recepción del apoyo financiero por parte del FROB".
Si el Estado invierte en la entidad mediante la compra de acciones, explica Uria, "la viabilidad de la entidad estaría garantizada pero tendría un intenso efecto dilutivo sobre los accionistas actuales".
Sin embargo, si lo hace mediante la compra de "cocos", supondrá una carga financiera añadida a las entidades, dado que deberán pagar una rentabilidad por él. Por ello, la viabilidad futura de los bancos necesitados de ayuda "debería estar fuera de toda duda antes de otorgarles financiación adicional", explica Francisco Uría, informa Efe.
Uria también ha recordado que el derecho europeo obliga a imponer "contrapartidas intensas" a las entidades que reciben ayudas públicas.
Estas limitaciones podrían enfocarse a la reducción de la capacidad instalada -con el cierre de oficinas o reducción de plantillas- así como la realización de desinversiones, la regulación de las políticas retributivas, de dividendos, comercial, y los planes de futuras adquisiciones.
Almunia: España cobrará al menos un 8,5 % anual a la banca rescatada
El comisario ha explicado que la ayuda que ha solicitado el Gobierno se considera una "inversión" del Estado.
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