A última hora de la tarde, la agenda del presidente no sufría variación. Lo que significa que, si nada cambia, el domingo a las dos de la tarde cogerá un avión rumbo a la localidad de Gdansk (Polonia) para disfrutar del primer partido de fútbol de la selección española en la Eurocopa. Invitado expresamente por el primer ministro anfitrión, Donald Tusk, estará acompañado de los Príncipes de Asturias, que sí o sí estarán con los nacionales.
El debate se instaló con fuerza en el propio Gobierno, alimentado por un mar de rumores en las redes sociales. Si se queda en Madrid y cancela el trayecto, se fomentaría una situación de "emergencia" que Luis de Guindos rechazó tajante. Si se marcha, tal y como está previsto, en Moncloa auguran las críticas porque la primera fotografía de Mariano Rajoy tras la "ayuda financiera" sea en un campo de fútbol.
Sea como fuere, "se nos va atacar, por lo que lo mejor es mantener la normalidad y mantener la agenda prevista", se incidía en Moncloa, donde se defendió que no compareciera al ser De Guindos quién había participado en la reunión del Eurogrupo. Eso sí, se quiso dejar claro que estuvo toda la jornada en su despacho de la Moncloa.