¿Qué piensa hacer el Gobierno para sanear el sistema bancario español? Hasta ahora, lo único que está haciendo es decretar la actualización de balances de la banca para valorar sus activos inmobiliarios a los precios reales, con el fin de conocer las necesidades de capital de las distintas entidades crediticias, algo que se debería haber empezado a hacer en 2008 o 2009 pero que Zapatero no quiso realizar para tratar de encubrir el verdadero alcance de los problemas de los bancos y cajas de ahorros españoles. En ese sentido, la regulación que está emanando del Ministerio de Economía es tan necesaria como acertada. Sin embargo, el conocimiento de la magnitud del problema es un paso necesario para su solución, pero no constituye la solución en sí misma. Para ello hace falta todo un plan viable de saneamiento del sector financiero, que es lo que no tenemos.
Rajoy quiere llevar a cabo la recapitalización de la banca mediante la emisión de deuda pública. Por desgracia para él, los mercados financieros se encuentran prácticamente cerrados para España y una operación de esta naturaleza podría disparar la prima de riesgo hasta niveles insostenibles para la economía española que podrían acabar en la suspensión de pagos. Por ello, el presidente del Gobierno viene insistiendo en los últimos días en que Europa debe asumir sus responsabilidades y, de la noche a la mañana, se ha convertido en partidario acérrimo de los eurobonos con el fin de que, a través de su emisión, se pueda facilitar el saneamiento del sistema financiero español tal y como él quiere llevarlo a cabo. El problema es que Alemania no quiere oír hablar de semejante posibilidad, y menos aún antes de las elecciones federales de 2013 en las que la canciller Angela Merkel no tiene nada clara su relección. En consecuencia, nos guste o no, la vía de los eurobonos está cerrada a cal y canto.
Alemania, sin embargo, es consciente de las consecuencias de una caída de España. Por ello propone como solución alternativa que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera aporte dinero al FROB y que, a través de éste, se rescate a la banca española. Esa ayuda, sin embargo, implica la imposición de condiciones, como acaba de recordar el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, y eso es algo que el Gobierno rechaza de plano porque equivale a decir que España es intervenida por la UE. Sin embargo, y a falta de mejores ideas, hoy por hoy ésta parece la única solución viable para la banca española. Al Ejecutivo, por supuesto, no le gusta, pero lo cierto es que tampoco dispone de alternativa en tanto en cuanto, como digo, los mercados financieros están prácticamente cerrados para España. Entonces, ¿de dónde van a salir los recursos para recapitalizar a la banca española, si no es del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera? Esta es la cuestión que nos tiene que aclarar el Gobierno en las próximas semanas si quiere seguir rechazando la ayuda europea condicionada. Y la respuesta no es fácil de encontrar.