El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha iniciado conversaciones preliminares para aplicar un plan de contingencia con el fin de conceder un préstamo a España en caso de que el Gobierno no logre los fondos necesarios para rescatar a Bankia, según publica The Wall Street Journal.
Las estimaciones iniciales rondarían los 300.000 millones de euros y adoptaría la forma de un préstamo blando para cubrir las necesidades financieras del Estado durante tres años, según las fuentes consultadas por el periódico. Tanto la UE como el FMI quieren evitar el rescate de España a toda costa, debido a la elevada factura que ello supondría, pero ya se ha empezado a trabajar en este escenario ante la obligación de emitir más deuda pública para salvar a Bankia y a otras cajas en problemas.
Poco antes de saltar a la luz esta información, el FMI había anunciado que no se plantea ningún tipo de asistencia financiera para España ni había recibido ninguna solicitud en este sentido, coincidiendo con el viaje a Washington de la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para entrevistarse con la directora gerente de la entidad, Christine Lagarde.
Tras el rechazo del Banco Central Europeo (BCE) a rescatar a Bankia por la puerta de atrás y la negativa de Alemania a emplear el Fondo de Rescate Europeo para ayudar a la banca, se han disparado los rumores acerca de la posibilidad de que el Gobierno de Mariano Rajoy solicite algún tipo de asistencia financiera al FMI. No en vano, esta entidad lleva meses tratando de elevar sus recursos por si, finalmente, tiene que acudir al rescate de España o Italia.
Y es que, España es demasiado grande para ser rescatada. En este sentido, según fuentes de Berlín consultadas por The Telegraph, Alemania quiere que, llegado el caso, España acuda al FMI para obtener financiación y, así, repartir el coste del rescate entre las grandes potencias del mundo, tales como EEUU, China, Japón o Gran Bretaña, entre otros. Moncloa lleva semanas trabajando para que el Fondo de Rescate Europeo pueda emplearse para salvar bancos. Sin embargo, el BCE y Berlín lanzaron el miércoles un mensaje rotundo: si España precisa ayuda, el Estado tendrá que solicitarla formalmente, aceptando estrictas condiciones como el resto de países rescatados.