Aplauso general del Gobierno y del PP por la marcha acelerada de Miguel Ángel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España. Aunque solo sea por mes de diferencia. El Ejecutivo quería que se marchara sin demora, cuanto antes, y prueba de ello es que ya tiene sustituto o, al menos, existe una reducida terna de candidatos.
Luis Linde lidera todas las quinielas, una vez el viernes pasado el Consejo de Ministros le nombró nuevo consejero del organismo por su "acreditada experiencia" en el sector financiero "durante muchos años". No son pocos quienes ven en él a la persona perfecta, más aún habida cuenta de que también cuenta con amigos en el PSOE.
El adiós inducido de MAFO -se produce después de que se reuniera con el presidente, Mariano Rajoy- sirvió al PP para desviar el tiro -se ha mostrado contrario a comparecencias incómodas en el Congreso- y rechazar abiertamente su gestión, que Alfonso Alonso tachó de "negativa".
"Más sombras que luces", proclamó, en una respuesta urgente en los pasillos del Congreso tras acordarla con el Gobierno. Alonso habló sin tapujos de la necesidad de devolver el prestigio al Banco, más aún después de que el Ejecutivo tuviera que aceptar que dos auditoras externas revisaran los balances de las entidades soberanas por petición de la Unión Europea. "Se abrirá un nuevo ciclo" marcado "por la profesionalidad", auguró.
En los pasillos del Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría también fue abordada al respecto. Quiso enmarcar su respuesta en el respeto a las instituciones públicas: "No voy a entrar en las motivaciones", dijo. "Este Gobierno garantiza la estabilidad de la institución y entendemos que su decisión facilita una transición ágil y eficiente en una institución tan necesaria", añadió. De igual forma, desveló que "en los próximos días" se anunciará su sucesor.